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¿Qué es una tormenta seca y cuáles son sus riesgos?
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¿Qué es una tormenta seca y cuáles son sus riesgos?
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Por definición, "una tormenta seca es una tormenta que no lleva asociada ninguna o muy poca precipitación, pero sí actividad eléctrica". La ausencia de precipitaciones puede crear una falsa sensación de seguridad que supone un grave riesgo para la seguridad de las personas y las estructuras. En este escenario, un sistema con sensores capaces de detectar todas las fases de la tormenta y emitir avisos antes del primer impacto puede marcar la diferencia.
El rayo es una poderosa descarga eléctrica atmosférica que puede suponer un gran peligro dependiendo de dónde caiga. Solemos asociar las tormentas con lluvia intensa, ráfagas de viento y electricidad, pero los tres factores no siempre se dan al mismo tiempo ni con la misma intensidad.
El fenómeno conocido como tormenta seca se produce cuando no hay suficiente humedad en las capas medias y bajas de la atmósfera para que la lluvia sea significativa, o cuando no hay suficiente aire frío en las alturas (capas superiores) para que la tormenta tenga una buena estructura y desarrollo vertical.
En consecuencia, la lluvia se evapora antes de llegar al suelo: hay poca humedad en niveles bajos y medios y la lluvia se evapora antes de llegar al suelo. En estos casos, suelen verse pequeños hilos de lluvia que salen de la base de la nube y no tocan el suelo, lo que se conoce como virga. Aunque no es exclusivo del periodo estival, este fenómeno suele producirse sobre todo en verano y en zonas secas donde se alcanzan altas temperaturas y es uno de los principales motivos de los incendios provocados por la caída de rayos.
Las actividades al aire libre están especialmente expuestas a la caída de rayos. Los parques eólicos, las instalaciones fotovoltaicas, las refinerías, las minas, las instalaciones militares, los grandes eventos deportivos, los campos de golf o los aeropuertos corren el riesgo de que uno o varios rayos provoquen graves daños personales y económicos si no se toman medidas preventivas con suficiente antelación.
En caso de tormenta seca, la ausencia de precipitaciones puede provocar una falsa sensación de seguridad, lo que hace que no se tomen las medidas necesarias para proteger tanto a las personas como a las instalaciones sensibles, ya que el riesgo no se percibe de la misma manera.
Los sistemas de detección de tormentas sirven para aplicar los protocolos de esta protección. Sin embargo, deben ser capaces de detectar todas las fases de una tormenta para ser eficaces.
Detección de tormentas: un sistema inteligente y avisos más fiables gracias a la tecnología de doble sensor
Los sistemas de detección con un sensor de campo electromagnético son capaces de detectar las tormentas que se acercan al objetivo a proteger. Sin embargo, no son eficaces cuando se forman sobre el objetivo, ya que el primer impacto puede ser crítico y causar grandes daños.
El sistema de detección de tormentas ATSTORM® utiliza sensores de campo electrostático y de campo electromagnético. Sus alertas de formación o aproximación de tormentas en la zona a proteger (20 km de radio) se basan exclusivamente en la medición del campo electrostático ambiental. Esta medida es la única protección preventiva robusta porque detecta todas las fases de la tormenta definidas en la norma IEC 62793:2020, desde la inicial hasta la de buen tiempo, una vez que la tormenta ha pasado. Los sensores de campo electrostático son los únicos capaces de determinar el riesgo real de caída de rayos antes de que se produzcan. El sensor de campo electromagnético, en cambio, amplía la zona de vigilancia hasta un radio de 40 kilómetros y permite definir un estado de prealerta para las tormentas activas lejanas.
Además de contar con tecnología de doble sensor, el sistema experto de detección de tormentas locales ATSTORM® de Aplicaciones Tecnológicas es operado de forma remota por expertos a través de IoT (Internet de las Cosas), por lo que su correcto funcionamiento está siempre asegurado, al tiempo que realiza todas las adaptaciones, calibraciones y actualizaciones de forma automática, sin requerir la intervención del usuario.
De esta forma, al enviar los datos a un servidor centralizado, permite modificar los algoritmos de alarma para mejorar el rendimiento de la misma, cruzar datos con otras fuentes para mejorar el sistema, adaptar los algoritmos a los cambios que puedan producirse en el lugar y monitorizar el estado de los equipos para un mantenimiento predictivo.
Si desea obtener más información sobre la detección de tormentas locales y el funcionamiento de ATSTORM®, puede ponerse en contacto con nosotros en el siguiente enlace y descargar el libro electrónico gratuito Gestión avanzada del riesgo de rayos.
También puede asistir a cualquiera de nuestros seminarios web sobre la detección de tormentas eléctricas haciendo clic en el siguiente enlace.