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#Tendencias de productos
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Protección contra la corrosión
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El deshumidificador DanVex previene los efectos dañinos de la corrosión debida a la formación de condensación.
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Los deshumidificadores DanVex evitan los efectos dañinos de la corrosión debida a la formación de condensación.
En general, es seguro asumir que la mayoría de los materiales, particularmente los metales ferrosos, están sujetos a la corrosión. Con esto queremos decir que toda sustancia cambia eventualmente de una forma a otra como resultado de reacciones químicas. Muchas de estas reacciones, especialmente las que dependen del oxígeno, son catalizadas y aceleradas por la humedad.
Los metales ferrosos, como el hierro y el acero, son bien conocidos por su corrosión en presencia de humedad. Menos conocido es el hecho de que el vidrio se corroe y agrieta a un ritmo que varía en función de la humedad de su superficie. Los cristales puros, como el yoduro de sodio y el fluoruro de litio, también pueden corroerse, formando óxidos e hidróxidos en proporción al aire húmedo. Los metales no ferrosos, como el cobre, son más sensibles a la corrosión que las placas de metales ferrosos.
En las aplicaciones de prevención de la corrosión, el espacio controlado se mantiene a una humedad relativa y una temperatura específicas para que los productos o el material del espacio controlado no puedan absorber humedad de la atmósfera circundante. De este modo, los productos también quedan protegidos de la corrosión. Como regla general, el óxido y otras reacciones de corrosión de tipo oxidante no se producirán si la humedad relativa de la zona se mantiene igual o por debajo del 40% H.R. Los materiales o
productos que residen en esta atmósfera no necesitan ser recubiertos con aceite u otro tipo de protección superficial, por lo que pueden mantenerse en condiciones listas para su uso.
Algunas de las aplicaciones de prevención de la corrosión no tienen un control de temperatura coincidente. El control de la humedad se mantiene para lograr la protección de la zona o de los productos que se encuentran en ella, ya que constituye un método mucho más económico que el aire acondicionado.
Un ejemplo de ello es una estación de bombeo de residuos o una planta de aguas residuales, donde el principal problema de control de la humedad es el mantenimiento de un punto de rocío dentro del espacio que sea inferior a la temperatura del líquido que circula o se almacena allí. De este modo, se elimina la condensación de humedad en el exterior de bombas y tuberías, lo que reduce significativamente el coste de pintura y el coste de los componentes debido a la corrosión.
Las economías mundiales empiezan a depender cada vez más de equipos ligeros, como ordenadores, baterías de alta energía y sofisticados cableados de telecomunicaciones. Aunque estos equipos están menos expuestos a la oxidación, son muy sensibles a la corrosión microscópica. El hecho de que estos circuitos consten de muy poco material para empezar, significa que pequeñas cantidades de corrosión crean problemas desproporcionadamente mayores. Los circuitos que utilizan contactos eléctricos de aleaciones de cobre son más susceptibles a la corrosión.