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Evitar la pandemia reemplazando la mano de obra por imágenes térmicas inteligentes y control de entrada
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Se ha invertido más trabajo en el control de las temperaturas corporales de las personas en las entradas públicas, a medida que la batalla contra la pandemia de COVID-19 se intensifica a escala mundial. Cuando hay mucho tráfico, la gente tendrá que hacer cola sólo para ser señalada por un termómetro digital, uno a la vez.
Las cámaras de infrarrojos y dispositivos de este tipo han surgido así en el mercado como una alternativa improvisada, pero el equipo no es lo suficientemente inteligente y sigue requiriendo una fuerza humana in situ para identificar las anomalías -en este caso, las personas febriles- y tomar las medidas oportunas. Los lugares con múltiples entradas pueden, de vez en cuando, estar abarrotados de gente, lo que hace más difícil mantener estos lugares herméticos, lo que a su vez agrava los riesgos de que la multitud caiga presa del coronavirus infeccioso.
Para hacer frente a la necesidad de una forma más inteligente de control público de la pandemia, el DFI asumió las tecnologías de reconocimiento y la plataforma de software desarrollada por ioNetworks, y puso en marcha el Sistema de Control Térmico Inteligente Centralizado. El sistema integra los elementos cruciales de la plataforma - temperatura corporal, reconocimiento facial y control de entrada - y libera todo el proceso de tareas de trabajo intensivo.
