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#Novedades de la industria
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Robots preparan el camino para la exploración espacial
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Mientras la humanidad se prepara para romper una vez más los lazos de la Tierra, una nueva generación de robótica e inteligencia artificial está lista para ayudarnos a alcanzar el sistema solar.
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Los robots ya están explorando la superficie de Marte, aunque puede ser lento mientras se detienen para observar sus alrededores y a menudo esperan instrucciones de la Tierra en lugar de arriesgarse a cometer un costoso error de juicio. Más potencia de procesamiento a bordo y un mejor reconocimiento de imagen ofrecerán más autonomía a la próxima ola de robots espaciales, pero esto depende de una nueva generación de hardware endurecido al espacio, según Philippe Schoonejans - Líder de Equipo de Robótica y Proyectos Futuros de la Agencia Espacial Europea. La industria electrónica es comprensiblemente lenta para desarrollar nuevos procesadores que puedan hacer frente a los desafíos térmicos y de radiación que presentan los viajes espaciales, dice Schoonejans, forzando al programa espacial a depender de hardware más antiguo.
Acabamos de completar una serie de experimentos para determinar la velocidad máxima alcanzable de un rover autónomo, y lo hemos empujado a unos dos kilómetros por hora. Eso es mucho más rápido que los actuales robots de Marte, pero aún así increíblemente lento comparado con cuando se pone a una persona al volante, como cuando los astronautas del Apolo conducían robots lunares.
Los vehículos autónomos de la Tierra pueden seguir las marcas de los carriles y otras señales visuales, pero en otro planeta necesitan un mejor reconocimiento de imagen y una mayor capacidad de procesamiento a bordo, dice.
Cuando se enfrenta a un terreno de bajo contraste y a una iluminación rigurosa, un vehículo autónomo puede tener dificultades para comprender su entorno y, literalmente, tener miedo de su propia sombra.
Además de la exploración, los robots también están destinados a desempeñar un papel en la preparación de misiones tripuladas, como la construcción de hábitats como preparación para la llegada de los seres humanos. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) está probando robots de construcción autónomos, como tractores y retroexcavadoras, diseñados para trabajar al unísono para construir una base lunar con una supervisión humana mínima. Un desafío a superar, según el JAXA, es la falta de un Sistema de Posicionamiento Global para una navegación precisa en la Luna y Marte. Mientras que la tecnología GPS de alta altitud de la NASA tiene el potencial de aprovechar los satélites GPS de la Tierra desde el espacio, otros avances como el Reloj Atómico del Espacio Profundo también podrían ayudar a los robots a encontrar su camino.
Mientras tanto, Australia también se está centrando en la robótica en su programa espacial, planeando construir un Centro de Mando y Control de Robótica, Automatización e Inteligencia Artificial que aproveche la tecnología desarrollada para el sector minero de la nación, dice Anthony Murfett - Subdirector de la Agencia Espacial Australiana.
Las actividades mineras y de recursos en el duro entorno del Pilbara están controladas a más de 1.600 kilómetros de distancia en Perth, lo que proporciona muchas condiciones análogas a las del espacio. Para que los sistemas robóticos funcionen en el espacio, también tienen que enfrentarse a entornos de temperatura y presión extremadamente bajas, lo que significa que los fabricantes tienen que abordar la forma en que su mecánica y la distribución de combustible funcionarán en estos entornos.
Las mejoras en la IA y la autonomía también serán clave para una nueva generación de robots de "movilidad en terrenos extremos" diseñados para explorar paisajes más traicioneros como las cadenas montañosas, dice Issa Nesnas - Supervisor de Grupo para el grupo de Sistemas de Software Robótico del Jet Propulsion Lab de la NASA.
Los robots siempre pueden enviar toda la información a la Tierra cuando se enfrentan a terrenos difíciles, pero esto significa que su progreso es muy lento. La capacidad de evaluar los peligros de forma autónoma es algo que estamos investigando, no sólo para atravesar terrenos escarpados, sino también para trabajar en condiciones atmosféricas difíciles y de baja gravedad.
Mientras que este tipo de robots autónomos formarán la vanguardia de la exploración espacial, Nesnas dice que construir robots que puedan trabajar codo con codo con los humanos presenta desafíos adicionales. Los rusos enviaron recientemente un robot humanoide llamado "Fedor" a la Estación Espacial Internacional. De dos metros de altura y equipado con manos hábiles como las humanas, Feodor es capaz de realizar movimientos autónomos, gobernados por algoritmos que garantizan que no se dañe accidentalmente la estación espacial. Nesnas ve un futuro para los robots en el espacio, que trabajan junto a los astronautas, pero dice que la colaboración requiere mayores niveles de conciencia de la situación.
No es sólo una cuestión de inteligencia y destreza, también se trata de garantizar la seguridad de los astronautas y sus equipos, como las naves espaciales. Al desarrollar estas tecnologías, espero que busquemos robots industriales colaborativos en la planta de producción en busca de formas de hacer más seguro el trabajo de los robots con personas en el espacio.
El Fedor de Rusia es un "sistema de autoaprendizaje", lo que significa que es capaz de aprender por sí mismo a realizar nuevas tareas. Mientras que la inteligencia artificial y el aprendizaje de la máquina desempeñarán un papel clave en la exploración espacial, Schoonejans de la ESA dice que preferiría que los robots hicieran su aprendizaje en la Tierra antes de aventurarse en el espacio profundo.
Una vez que un robot ha sido desplegado, necesitamos ser capaces de replicar los resultados en la Tierra para verificar su rendimiento operativo, pero esto se vuelve más difícil si el robot continúa aprendiendo una vez que está en el campo. Probablemente tendríamos robots aprendiendo en entornos simulados en la Tierra, así que podemos verificar ese aprendizaje y probar el robot antes de enviarlo al espacio, en lugar de tenerlos autoaprendiendo en la superficie de Marte.
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