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#Novedades de la industria
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Bosch abre una fábrica de chips en Alemania
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Bosch acaba de inaugurar una nueva planta de producción de chips electrónicos en Dresde, al este de Alemania. Por un valor de 1.000 millones de euros, la nueva fábrica del futuro permitirá a la empresa aumentar su capacidad de suministro directo a los fabricantes de automóviles, reduciendo así la dependencia de Europa de terceros fabricantes de China y Estados Unidos. Se trata de la mayor inversión en la historia de Bosch.
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Mientras el mundo se enfrenta a una escasez de semiconductores debido a la pandemia del COVID-19, la planta alemana se inauguró el lunes 7 de junio y producirá chips en obleas de 300 mm.
Durante una ceremonia de inauguración virtual, la Canciller alemana Angela Merkel destacó la importancia de que Alemania y Europa estén a la altura de la competencia en el sector de los semiconductores. Dijo:
"No estamos en primera posición: debemos ponernos al día. Tenemos que ser ambiciosos. Nuestros competidores de todo el mundo no están dormidos"
El objetivo de Europa es duplicar su cuota de mercado y alcanzar el 20% de la producción mundial en 2030. Y no es casualidad que la Unión Europea haya invertido 200 millones de euros en este proyecto de 1.000 millones de euros. Durante esta misma ceremonia, Margrethe Vestager, Vicepresidenta de la Comisión Europea, dijo:
"La tecnología punta de la nueva planta de semiconductores de Bosch en Dresde demuestra los extraordinarios resultados que pueden obtenerse cuando la industria y el gobierno unen sus fuerzas"
Chips indispensables
Los semiconductores son pequeños y potentes componentes electrónicos que permiten a los dispositivos captar, procesar y almacenar datos. Algunos de nuestros objetos cotidianos ya integran esos chips: coches, teléfonos móviles, aviones. La idea es que los vehículos del futuro tengan cada vez más chips integrados en sus sistemas, desde los sistemas avanzados de asistencia al conductor hasta la electrificación de la cadena cinemática. Así, los chips se han convertido en algo esencial y serán cruciales en los próximos años.
El problema es que los productores dominantes y más avanzados se encuentran en Asia y, hasta ahora, los fabricantes europeos dependen de esos proveedores extranjeros. El líder del mercado, por ejemplo, es la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC). Si Europa cuenta con algunas empresas punteras, como la alemana Infineon y la francesa STMicroelectronics, el continente sigue dependiendo en gran medida de las fábricas asiáticas. La nueva planta es un esfuerzo por reducir esta dependencia.
Una fábrica 4.0
Se dice que la planta está "totalmente conectada, se rige por los datos y es capaz de auto-optimizarse desde el momento de su apertura". Según Bosch, la nueva fábrica se diseñó virtualmente antes de su construcción utilizando gemelos digitales que incluían medio millón de objetos en 3D, como edificios, máquinas y robots. Dicen que la fábrica generará datos de producción con un volumen equivalente a 42 millones de páginas al día, gracias a algoritmos de inteligencia artificial. El personal de la fábrica también estará equipado con gafas de realidad aumentada y será guiado por un operador a distancia para realizar las operaciones de mantenimiento.
700 empleados trabajarán en la planta, situada en el corazón de "Silicon Saxony", el centro tecnológico de la región alemana de Sajonia. La producción de chips para herramientas eléctricas comenzará en julio y la de chips para vehículos eléctricos o autónomos, en septiembre.
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