Atornillar con Cobots

Disipar las principales dudas

Cuando hablamos de automatización industrial, nos aventuramos en un mundo en constante cambio que puede ofrecer innumerables formas de optimizar la productividad y los tiempos de procesamiento dentro de sectores muy diferentes.

En este contexto, los Cobots en particular pueden ofrecer muchas oportunidades en muy diversos campos de aplicación, especialmente en el sector del apriete industrial, donde, sin embargo, a menudo se pueden encontrar dudas y preguntas a las que hay que dar respuesta.

Empecemos por orden: ¿qué son los Cobots?

Los cobots son robots antropomórficos "colaborativos" que pueden integrarse en las líneas de producción y que se caracterizan por unos rasgos específicos que los diferencian de los robots tradicionales:

- Trabajan a corta distancia de los operarios, que realizan acciones repetitivas en alternancia con el robot colaborativo, garantizándoles la máxima seguridad

- Son fáciles de integrar en los flujos de trabajo existentes

- Son personalizables, gracias a la posibilidad de acoplar diferentes herramientas a la muñeca del propio Cobot (su articulación final)

- Son ligeros, ocupan poco espacio y son fáciles de desplazar, anclándose al suelo, a la pared o al techo, lo que proporciona flexibilidad en las disposiciones operativas y la posibilidad de realizar cambios rápidos de configuración para adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes de la producción.

Entonces, ¿por qué los Cobots son perfectos para el atornillado?

Como se desprende de esta breve lista, sus características intrínsecas convierten a los Cobots en soluciones excelentes para realizar acciones repetitivas como el apriete, generando un sistema que garantiza repetibilidad, precisión y consistencia sin ningún peligro para los operarios que interactúan estrechamente con él. Automatizar una aplicación de apriete, sin embargo, sigue siendo un objetivo difícil, ya que se requieren condiciones precisas para determinar su correcto funcionamiento. Un ejemplo es la igualdad de los tornillos utilizados, ya que no es posible gestionar varios formatos de tornillos con el mismo sistema de apriete, especialmente cuando se habla de un sistema automático o semiautomático.

Así, analizando las principales dudas que podemos encontrar en este ámbito, vemos cómo los Cobots se revelan como valiosos aliados para el atornillado:

- ¿Son realmente precisos?

La repetibilidad es una de las principales características de los Cobots, ya que la mayoría de los fabricantes equipan sus productos con un sensor de fuerza y par. Esto los hace sensibles incluso a los movimientos más pequeños y están programados para realizar operaciones de precisión con una exactitud de +/- 3 a 5 centésimas de milímetro. Al apretar, también les permiten percibir la posición del componente a apretar, corrigiendo la aproximación gracias a un movimiento de búsqueda de agujeros impulsado por la fuerza que les permite situarse exactamente en el centro del punto de apriete.

- ¿Son realmente seguros?

Los cobots están equipados con medidas de seguridad muy eficaces, como escáneres láser y barreras fotoeléctricas programables para apretar o suavizar las condiciones de seguridad. Sin embargo, en relación con este aspecto, hay que llamar la atención sobre el hecho de que, aunque el Cobot puede ser un sistema colaborativo, el concepto de colaboratividad debe extenderse a toda la aplicación, realizando un análisis de los riesgos potenciales para determinar el grado de seguridad (y los sistemas relacionados) que debe incluir el sistema. Por ejemplo, un Cobot en cuya muñeca se monta un soplete de soldadura NO ES COLABORATIVO.

- ¿Puede crear problemas el embrague del atornillador?

Los posibles impactos que puedan producirse al alcanzar el par de apriete se gestionan sin crear bloqueos, daños en el brazo u otros problemas, gracias al sensor de par y fuerza, por lo que el Cobot debería actuar automáticamente como brazo de reacción.

- ¿No son los costes demasiado elevados?

Estas soluciones no sólo son Industria 4.0, por lo que pueden acogerse a los beneficios fiscales que establece la legislación, sino que, sobre todo, son sistemas que permiten un retorno de la inversión muy rápido, ¡llegando incluso a amortizaciones de 6 o 7 meses como máximo!

Así, automatización y atornillado se unen al servicio del operario, para una colaboración activa y continua que permite aprovechar al máximo el tiempo de atornillado -gestionado por el Cobot- para mejorar la productividad y la calidad de los productos acabados.

¿Y tienes alguna otra duda relacionada con el mundo de los Cobots?

Si desea profundizar con preguntas específicas, póngase en contacto con nuestro especialista de referencia: ifonti@fiamgroup.com