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#Novedades de la industria
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Operaciones de sacrificio más seguras y sencillas gracias a las herramientas accionadas por motores neumáticos
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Lea las noticias y descubra las ventajas
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En la industria alimentaria, especialmente en el sector cárnico, la persona encargada del tratamiento de la carne desempeña un papel clave que resulta insustituible con un proceso totalmente automatizado.
Esto ocurre, por ejemplo, a lo largo del tratamiento de la carne de vacuno, difícil de procesar mediante robots debido a los grandes volúmenes de canales, que dificultan su manipulación. Un proceso, pues, extremadamente complejo de automatizar, también por la dificultad de estandarización debido a la diversidad de tamaño, raza, corte del animal, etc. por lo que, si fuera posible personalizar las líneas automáticas en el matadero, los costes se harían inasumibles para cualquier empresa.
En cambio, la destreza de los operarios les permite reconocer cada vez los cortes de carne, evaluar cuánta grasa hay que separar de la loncha de carne y elegir los cortes más valiosos o las partes que hay que descartar por inadecuadas.
Tareas muy complejas, realizadas en entornos de trabajo húmedos en los que es necesario emplear herramientas motorizadas diseñadas para minimizar la fatiga del operario y facilitar la facilidad de manejo y la rapidez de funcionamiento en un entorno totalmente seguro.
En este ámbito, la tecnología neumática, comparada con la eléctrica, demuestra ser una elección óptima, con ventajas significativas no sólo desde el punto de vista técnico, sino también en el uso por parte del operario, tanto en términos de seguridad como de comodidad.
De hecho, los motores neumáticos fabricados por Fiam integrados como componentes en las herramientas de procesamiento de carne tienen estas características clave:
- Clasificación IP67 que impide la entrada de agua/vapor/polvo en el motor y el consiguiente riesgo de daños o peores cortocircuitos
- Alta resistencia a la corrosión debido a la galvánica que los hace altamente resistentes a los agentes agresivos
- Fabricación con aceros inoxidables de alta calidad que cumplen las normas ISO
- Superficies exteriores sin cavidades que evitan la acumulación de polvo y suciedad y garantizan la facilidad de limpieza y esterilización
- Engranajes procesados con lubricante de calidad alimentaria y revestimientos internos realizados con tratamientos específicos para reducir la fricción de las paletas y aumentar la vida útil del motor.
Las herramientas manuales accionadas por motores de aire son así, por los aspectos de seguridad relacionados con la presencia constante de agua y humedad en los centros de producción (impulsados por los requisitos de limpieza y esterilización) son perfectamente compatibles con la industria alimentaria, ya que pueden limpiarse fácilmente sin riesgo de que disminuya el rendimiento o se dañen los componentes internos si la herramienta no se seca con cuidado.
De lo contrario, las herramientas con motores eléctricos son extremadamente delicadas, ya que hasta la más mínima suciedad podría dañarlas. Esto implica actividades de limpieza escrupulosas con pasos de secado muy finos para evitar posibles cortocircuitos que dañarían irreparablemente las herramientas, comprometiendo también la seguridad de los operarios.
En comparación con los motores eléctricos de igual potencia, los motores neumáticos son capaces de trabajar soportando repetidos arranques y paradas y, si se ponen fuera de servicio, no generan ningún sobrecalentamiento, enfriándose de hecho durante el funcionamiento y evitando así cualquier riesgo de cortocircuito.
Las herramientas eléctricas, en cambio, tienen una mayor complejidad debido a la tecnología empleada, lo que las hace más difíciles de reparar, más sujetas al riesgo de avería, con mayores costes a incurrir no sólo en mantenimiento, sino también por las necesidades de personalización a las aplicaciones necesarias.
Por último, el factor dimensional es decisivo para la inclusión de motores neumáticos en herramientas manuales de diferentes tipos, especialmente en términos de dimensiones totales y peso. En comparación con los motores eléctricos, que hacen que las herramientas manuales sean pesadas y voluminosas, la compacidad y el bajo peso de los motores neumáticos hacen que ocupen menos espacio, una cuarta parte de un motor eléctrico de potencia equivalente, y favorecen su instalación en cualquier herramienta, incluso en las más pequeñas. Por no hablar del bajo nivel de vibraciones que transmite el motor a la herramienta y, por tanto, al sistema mano-brazo.
Esto se traduce en una ventaja ergonómica para el operario, que puede disponer de herramientas neumáticas que reducen la fatiga y el riesgo de lesiones de "fin de turno", facilitan las operaciones y aumentan la seguridad en los entornos de trabajo.
Si desea más información sobre esta aplicación o saber qué motor neumático se adapta mejor a su aplicación, póngase en contacto con nosotros.