Añadir a mis favoritos
Ver traducción automática
Esta es una traducción automática. Para ver el texto original en inglés
haga clic aquí
#Novedades de la industria
{{{sourceTextContent.title}}}
El termómetro de infrarrojos ATEX monitoriza el proceso de recuperación de azufre
{{{sourceTextContent.subTitle}}}
Una solución dedicada y robusta para la supervisión de los reactores Claus
{{{sourceTextContent.description}}}
Fluke Process Instruments ofrece una solución dedicada y robusta para la supervisión de los reactores Claus durante la recuperación de azufre elemental de las corrientes de proceso. En esta configuración, los termómetros infrarrojos con certificación ATEX miden las temperaturas dentro del horno con tiempos de respuesta cortos. El control de la temperatura del proceso de recuperación de azufre es vital ya que las variaciones de temperatura pueden alterar la reacción química, causando daños en el refractario de arcilla de fuego o incluso el fallo del reactor. Convencionalmente, se utilizan termopares para esta aplicación. Tales sondas deben ser intercambiadas a intervalos muy cortos, debido a los gases de proceso altamente corrosivos, lo que resulta en importantes costos de mantenimiento y tiempo de inactividad. Para superar este problema, los termopares pueden estar incrustados en el refractario o totalmente protegidos por una carcasa. Sin embargo, esto lleva a tiempos de respuesta muy largos y a lecturas de temperatura inexactas. La solución probada de Fluke Process Instruments retira el termopar a 500 °C, antes de que pueda ser dañado, e inserta un pirómetro Raytek Thermalert TX en la misma abertura. Para permitir este intercambio sobre la marcha, los pirómetros vienen con una carcasa con bisagras; tanto el sensor como la carcasa están hechos de acero inoxidable. Los sensores infrarrojos tienen un rango de medición de 500 a 2.000 °C. Equipados con un tubo objetivo de extremo abierto o cerrado, miden la temperatura del ladrillo refractario en el extremo cercano o lejano. Gracias a los datos precisos de la temperatura, la vida útil del refractario puede prolongarse y los operadores pueden optimizar su proceso para ahorrar combustible y aumentar el rendimiento.