Seleccionar bien su depósito de retención para transformador eléctrico

Cómo evitar riesgos humanos y ecológicos

De sencilla construcción, los depósitos de retención para transformadores no por ello dejan de ser equipos esenciales en la industria. En efecto, desempeñan un papel capital en la prevención de riesgos humanos y ecológicos. Al contener eventuales fugas de aceite dieléctrico, de forma fija o móvil, protegen tanto a los profesionales como al medio ambiente. También permiten respetar la Ley sobre el Agua. La elección de un depósito de retención se hace en dependencia del uso que tendrá: el mismo determina los materiales utilizados para su construcción, así como su estructura.

Transformadores bajo tensión

La retención de los hidrocarburos empleados en los transformadores bajo tensión plantea evidentes problemas de seguridad. Este caso de uso es muy exigente en términos de elección de materiales y de estructura del depósito. Por lo tanto, se trata de garantizar la retención total de los aceites eléctricos. En efecto, este tipo de líquido se puede fugar del dispositivo, pero también incendiarse.

Las normas vigentes en algunos países, como la norma NFC13-200 en Francia, imponen utilizar un dispositivo de extinción natural del fuego pasada cierta potencia del transformador en el caso de una instalación exterior o para todas las potencias de transformadores para una utilización interior. Los depósitos de retención contra el fuego también se utilizan para apagar hidrocarburos recopilados en la retención y de esta forma minimizar los riesgos de propagación del fuego.

Transformadores fuera de tensión

Si el transformador no está bajo tensión, las fuerzas son menores: el depósito puede ser de metal, hormigón o de toldo flexible. En este caso solo sirve para retener el dieléctrico y no su eventual extinción. No es obligatoria la presencia de un dispositivo de extinción de llamas. Si se trata de un depósito de retención destinado a transportar o a almacenar material de «corta duración», se seleccionará un depósito flexible o de metal, ya que el hormigón es demasiado pesado.

¿Qué material?

Por naturaleza, el transformador bajo tensión plantea problemas de retención muy específicos. El depósito que equipa generalmente es una instalación prevista para largo plazo. Se puede realizar tanto de hormigón como de metal. Si se selecciona un depósito metálico de retención, se favorece la modularidad del conjunto. La instalación también es más rápida que con un depósito de hormigón. Es una solución que se debe privilegiar para los equipos que se deben instalar para más o menos largo tiempo.

Los depósitos de retención de hormigón tienen la ventaja de poderse realizar a la medida con facilidad. Ofrecen una gran resiliencia a muy largo plazo. Sin embargo, pueden sufrir un problema de estanqueidad. Esto significa que un depósito de retención de hormigón debe estar obligatoriamente revestido con un revestimiento de estanqueidad. Esto se hace cada 10 años.

Para el transformador sin tensión, las exigencias son menores ya que se trata de un almacenamiento temporal. En función de la duración de almacenamiento prevista, se orientará hacia un depósito de retención de acero (duración de almacenamiento de más de 1 año) o hacia un depósito de retención flexible, que constituye la mejor alternativa para un almacenamiento de corta o media duración. Se aconsejan los depósitos flexibles para desmontar un transformador o, por ejemplo, para reparar un puesto.

Al transportar un transformador equipado con un depósito de retención, se deben respetar algunas reglas. Es esencial que la altura del depósito sea superior a la de los depósitos clásicos para evitar todo riesgo de vertido al desplazar el conjunto. El acuerdo europeo relativo al transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera (ADR) reglamenta estos convoyes. Para la mayoría de los transportes no sujetos a la ADR, es posible utilizar un depósito de retención flexible. Para los otros, es obligatorio utilizar depósitos de retención de metal específicos al transporte ADR.

Al seleccionar su depósito de retención defina con precisión su pliego de condiciones. Algunos depósitos no metálicos son modulables y, por este motivo, respetan algunas dimensiones estandarizadas. Es muy posible hacer fabricar un depósito de retención a la medida. De hecho, siempre es el caso para los depósitos de retención de hormigón. Todos estos dispositivos industriales pueden contar con accesorios que garantizan un funcionamiento optimizado. Un depósito de retención de metal o de hormigón para un almacenamiento duradero puede beneficiar de un sistema de filtración y de purga. ¡No dude en consultar a un profesional para prever todas las opciones disponibles!

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