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La fabricación aditiva revoluciona los procesos productivos en la industria
Sus usos y aplicaciones son cada vez mayores ayudando a reducir los costes
La fabricación aditiva o impresión en 3D ha supuesto toda una revolución tecnológica, modificando los procesos productivos tradicionales en la industria.
En esta entrada vamos a explicar el origen de la fabricación aditiva, qué y cuáles son sus principales aplicaciones en el sector industrial.
Breve historia de la fabricación aditiva
El origen de este innovador método de producción se remonta a 1.986 cuando el estadounidense Charles Hull inventó la tecnología conocida como estereolitografía (SLA), que utiliza un láser para endurecer una resina líquida fotosensible capa por capa hasta crear el objeto deseado.
En la década de 1.990 se desarrollaron otras tecnologías de impresión 3D como la Fusión de Deposición Fundida (FDM), que se basa en la deposición controlada de material termoplástico capa por capa hasta crear el objeto tridimensional.
A partir del año 2.000, la tecnología evolucionó en términos de precisión y materiales utilizados. La impresión 3D comenzó a utilizarse para la fabricación de prototipos en diversos sectores industriales como el de la automoción o aeroespacial.
A partir de 2.010 la impresión 3D se volvió más asequible y accesible para el público en general. Se han desarrollado tecnologías de impresión 3D más avanzadas, como la impresión 3D en metal. Las aplicaciones se han ampliado para incluir la creación de piezas personalizadas, herramientas y productos finales para diversos sectores como en el de la medicina para la fabricación de implantes y prótesis personalizadas o en el de la construcción.
La historia de la fabricación aditiva es una historia de innovación y avances tecnológicos continuos. A medida que la tecnología continúa evolucionando, la fabricación aditiva tiene un papel más destacado en la producción y creación de productos para distintos sectores.
¿Qué es la fabricación aditiva?
La fabricación aditiva como su propio nombre indica es un proceso de fabricación que consiste en ir añadiendo capas de un determinado material capa por capa para crear un objeto en tres dimensiones. Las capas de material se van colocando una encima de otra hasta que se consigue crear el objeto o molde final.
A diferencia de los métodos tradicionales de fabricación, que suelen ser sustractivos (fresado, mecanizado, torneado de metales …) y que se basan en la eliminación de material de una pieza bruta para dar forma a la pieza final, la fabricación aditiva permite crear objetos complejos utilizando diferentes tipos de materiales como pueden ser plásticos, resina, metales o cerámicas.
Los tres componentes principales de la fabricación aditiva son el diseño asistido por computadora (CAD), la impresora 3D y el material que se emplea para la creación del objeto.
Principales aplicaciones en la industria
A medida que la tecnología 3D va evolucionando, sus aplicaciones y usos son mayores.
Las principales aplicaciones de la fabricación aditiva en la industria moderna son:
Prototipado rápido: esta es una de las aplicaciones más habituales de la fabricación aditiva en la industria. Antes de que un producto se fabrique en masa, es necesario crear prototipos para probarlo y perfeccionar su diseño. La impresión 3D en ABS o PLA permite a las empresas como la nuestra crear prototipos que nos permitan comprobar que las piezas diseñadas por nuestra oficina técnica encajan perfectamente en la solución tecnológica antes de su fabricación en metal.
Personalización de productos: la impresión 3D permite la creación de productos adaptados a las necesidades individuales de cada cliente. Esto no solo mejora la satisfacción del usuario, sino que también reduce los residuos y el exceso del inventario.
Fabricación de componentes aeroespaciales: esta industria se ha visto muy beneficiada con el desarrollo de la tecnología 3D, ya que le posibilita crear componentes ligeros y resistentes que son fundamentales para la eficiencia y el rendimiento de aeronaves y cohetes. La capacidad de producir piezas de geometrías complejas sin herramientas o moldes tradicionales es un avance significativo en esta industria.
Medicina y odontología: la impresión 3D se ha convertido en una herramienta casi imprescindible en la fabricación de dispositivos médicos personalizados, implantes y prótesis. Los cirujanos utilizan modelos impresos en 3D para planificar procedimientos complejos, y las impresoras 3D permiten la creación de prótesis dentales y médicas asequibles y precisas.
Industria automotriz: esta industria emplea la fabricación aditiva para producir piezas y componentes más ligeros y resistentes, lo que conduce a vehículos más eficientes en términos de combustibles y de mejor rendimiento. Además, la impresión 3D facilita la fabricación de prototipos de automóviles y piezas de repuesto personalizadas.
La fabricación aditiva está transformando la industria en un amplio abanico de sectores. Desde la creación de prototipos rápidos hasta la producción de piezas personalizadas y componentes, esta tecnología ofrece una versatilidad y eficiencia que son difíciles de igualar con métodos tradicionales. A medida que la tecnología continúa avanzando, es emocionante imaginar las futuras aplicaciones y desarrollos que la fabricación aditiva aportará a la industria.