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#Novedades de la industria
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Proyecto AIDARC
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El proyecto AIDARC (AI-driven, autonomous robot commissioning) está desarrollando la tecnología IONA para poder satisfacer los futuros requisitos de las células de fabricación, concretamente en el sector de la automoción.
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El proyecto AIDARC (AI-driven, autonomous robot commissioning) está desarrollando la tecnología IONA para poder satisfacer los futuros requisitos de las células de fabricación, concretamente en el sector de la automoción.
INSPHERE dirige el proyecto de forma independiente tras haber obtenido recientemente financiación para respaldarlo.
Contexto:
Los fabricantes necesitan procesos de producción más flexibles. La fabricación celular aporta la flexibilidad necesaria y los AGV (sistemas de vehículos de guiado automático) sustituyen cada vez más a los procesos manuales para desplazar piezas por la fábrica.
Pero este alejamiento de las líneas de producción tradicionales ha creado nuevos retos. Los robots ya son imprecisos de por sí y, con el aumento del movimiento de piezas por la planta de producción, van a ser aún más imprecisos, ya que los AGV suelen introducir una variabilidad adicional en el posicionamiento de las piezas.
Este proyecto se propone descubrir:
¿Qué niveles de precisión necesitan los fabricantes que alcancen los robots y con qué nuevas limitaciones del entorno?
¿Qué características de referencia deben detectarse?
¿Puede IONA alcanzar estos objetivos de precisión?
¿Puede IONA detectar las características de forma coherente?
Estudio de mercado:
Con el respaldo de integradores y varios centros de investigación, se han definido los parámetros de precisión dentro de una célula de volumen de 8 m x 8 m. Se seleccionaron orificios en una pieza de prueba representativa como puntos de referencia, de acuerdo con las normas del sector.
Avances:
Para cumplir los objetivos de precisión definidos, las cámaras y los sensores de los nodos de IONA se han actualizado para que tengan una mayor resolución que antes. Estamos avanzando en la consecución de estos objetivos y los primeros resultados son prometedores.
Como IONA funciona como una red de sensores, no hay problemas con la línea del sitio, ya que los nodos pueden colocarse alrededor de la célula.
Hemos desarrollado algoritmos de inteligencia artificial para la detección de características y, de momento, los primeros datos de las pruebas demuestran que podemos identificar agujeros en una pieza de prueba representativa.
IONA se comunica directamente con los robots de la célula de pruebas, que corrigen los movimientos de forma autónoma.