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#Tendencias de productos
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Los sensores de COV reducen los riesgos de las baterías de iones de litio
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Gracias a la avanzada tecnología del sensor PID, se pueden mitigar los riesgos de seguridad asociados al almacenamiento y uso de las baterías de iones de litio, lo que permite aplicar medidas de seguridad.
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Los sensibles sensores de detección de fotoionización (PID) son capaces de detectar posibles problemas antes de que se produzcan en la fabricación y el uso de baterías de iones de litio y en la enorme variedad de dispositivos que utilizan baterías recargables. En nuestra era digital en constante evolución, la utilización segura de las baterías de iones de litio es de vital importancia para fabricantes y clientes.
Los riesgos que plantean las baterías de iones de litio se han puesto de manifiesto en una serie de incidentes de gran repercusión en los medios de comunicación. En 2016, unos 2,5 millones de teléfonos móviles fueron retirados del mercado tras recibirse quejas por sobrecalentamiento y explosión de las baterías. Investigaciones exhaustivas revelaron que los principales catalizadores de estos incidentes fueron la insuficiencia de material aislante en el interior de las baterías y un diseño que no ofrecía espacio suficiente para alojar con seguridad los electrodos de las baterías. A raíz de la magnitud del problema y de la publicidad mundial que le siguió, creció la demanda de tecnología de detección de baterías de iones de litio defectuosas, tanto durante la producción como durante el funcionamiento.
El principal problema de seguridad asociado a las baterías de iones de litio defectuosas es la ignición de la célula de la batería. Esto no sólo supone un peligro agudo inmediato (a corto plazo) para las personas, sino que a largo plazo puede provocar la emisión de gases tóxicos. Estos gases incluyen compuestos orgánicos volátiles (COV), lo que significa que se pueden utilizar sensores de COV sensibles para comprobar el estado de estas baterías, ya sea en detectores portátiles o en equipos de supervisión de procesos/plantas.
El ánodo de las baterías recargables de iones de litio suele ser de grafito, el cátodo es un óxido metálico y el electrolito suele ser una sal de litio en un disolvente orgánico (inflamable). Este electrolito incluye compuestos como el carbonato de etilo y metilo (EMC), conocido por ser uno de los gases emitidos por una batería de iones de litio defectuosa. Convenientemente, el EMC puede ser detectado fácilmente por las lámparas PID de 10,6 eV y 11,7 eV de ION Science, por lo que los desarrolladores de sistemas y equipos de monitorización pueden diseñar tecnologías que utilicen los sensores PID de ION.
Debido a su especificidad, los sensores PID son la tecnología más empleada para la detección de COV, y la gama MiniPID de ION incluye el sensor PID más sensible del mundo, lo que lo hace ideal para la detección de trazas de fugas de baterías de iones de litio defectuosas.