¿Válvulas manuales o motorizadas?

Las válvulas son comunes en las plantas industriales, vienen en 2 tipos - válvulas de apertura manual o válvulas motorizadas.

Las válvulas son comunes en las plantas industriales, en particular en los sectores químico, petroquímico, de suministro de agua y eléctrico, así como en muchas industrias de procesamiento. Las válvulas se presentan en 2 tipos: válvulas de apertura manual o válvulas motorizadas que se accionan de forma cercana o lejana. No siempre vale la pena (y no siempre es posible) motorizar cada una de las válvulas. Para empezar, esto requiere una inversión significativa, así como costes de mantenimiento continuo; en segundo lugar, no siempre es necesario fijar un actuador a cada válvula. Por último, en algunos casos, simplemente no es técnicamente posible instalar un actuador fijo, ya sea porque la válvula es demasiado vieja o porque está en una posición aislada y no hay alimentación eléctrica accesible.

La ventaja de las válvulas motorizadas es que pueden ser accionadas a menudo, sin ningún esfuerzo.

Se utilizan en particular con fines de regulación y pueden ser controlados o pilotados mediante un servomotor eléctrico o neumático.

Las válvulas manuales son, en general, menos comunes. A menudo son válvulas de aislamiento o válvulas utilizadas para asegurar una parte de la red. Ya sea por razones financieras (costos de inversión y mantenimiento) o por razones técnicas, puede que no sea posible motorizar estas válvulas, y entonces tienen que ser accionadas manualmente por los operadores a través de un volante.

Las válvulas manuales tienen una serie de desventajas. Pueden ser difíciles de maniobrar, especialmente si están atascadas, o de difícil acceso, o pueden necesitar ser giradas muchas veces, lo que puede resultar en una tarea larga y difícil para los operadores.

Además, las válvulas manuales requieren mantenimiento y deben ser accionadas regularmente para evitar que se agarroten. Lamentablemente, esas medidas preventivas rara vez se aplican tanto como deberían, debido a las limitaciones de tiempo y también, sin duda, porque la tarea puede ser ardua para los operadores. Pero cuanto menos se gira una válvula, más difícil se hace abrirla y entonces el problema simplemente se hace más y más grande.

Estos problemas de manipulación también pueden ser problemáticos en términos de salud y seguridad. Los operarios que accionan diariamente las válvulas manuales corren el riesgo de sufrir lesiones o problemas de salud laboral (tendinitis, enfermedades musculoesqueléticas). Además, si tienen que emplear la fuerza para abrir la válvula, pueden utilizar un método improvisado, como una barra de palanca alojada en el volante que golpean con un martillo, lo que los pone en mayor riesgo de lesiones y aumenta la probabilidad de que se rompa la válvula o se dañe el equipo.

Así que, en resumen, existe el riesgo de que las válvulas manuales sean mal utilizadas o no se usen lo suficiente. En efecto, debido a que son difíciles de accionar, sólo se abren cuando es absolutamente necesario y terminan siendo poco utilizadas, lo que puede conducir a problemas de seguridad tanto para el equipo como para los empleados.

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