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#Novedades de la industria
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Las pruebas periódicas de la calidad del aire de los espacios confinados identifican nuevos peligros
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Entre bajo su propio riesgo
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La comprobación de los gases peligrosos puede ser un reto en el lugar de trabajo. Los gases invisibles e inodoros pueden ser difíciles de detectar, por lo que es importante analizar el aire antes de entrar en el espacio. Todo el mundo debe ser consciente de estos peligros para poder tomar las medidas adecuadas para protegerse en el trabajo. El proceso de prueba debe incluir los siguientes pasos:
Cuándo hacer la prueba
De acuerdo con las últimas directrices de seguridad, los trabajadores deben probar el aire dentro del espacio antes de entrar, continuamente mientras trabajan y antes de volver a entrar. Incluso si se utiliza ventilación de aire forzado, como un soplador, para sustituir la atmósfera de un entorno tóxico y mantenerla despejada, el espacio debe someterse a pruebas. La calidad del aire puede cambiar rápidamente en entornos confinados, por lo que los trabajadores no deben dar por sentado que el aire es seguro para respirar, aunque hayan analizado recientemente el espacio.
Al comprobar el espacio con regularidad, los trabajadores deben hacerse una idea de lo rápido que tiende a cambiar la calidad del aire. Esto ayudará a los profesionales a responder a nuevos peligros a lo largo del día.
También es importante recordar que las pruebas requieren tiempo. Los equipos y los trabajadores deben disponer de tiempo suficiente para examinar a fondo el espacio. El proceso puede durar desde unos minutos hasta una hora, dependiendo del equipo de seguridad que se utilice.
El acceso al espacio debe estar regulado. Todos los que entren en el espacio deben llevar el equipo de seguridad adecuado para evitar enfermedades, lesiones o la muerte.
Cómo hacer la prueba
Para realizar la prueba, los trabajadores deben recoger una muestra del aire del interior del espacio. La mejor manera de hacerlo es utilizar una manguera de muestreo para que el trabajador no tenga que entrar físicamente durante el proceso de prueba. Los trabajadores deben dar al detector de gases el tiempo suficiente para recoger una muestra del aire interior. Muchos equipos cometen el error de no dar al detector el tiempo suficiente para analizar la muestra en cuestión, lo que puede dar lugar a resultados inexactos.
La mayoría de los detectores de gas recogen entre 0,25 y 0,5 litros de aire por minuto. Al tirar del aire a través de la manguera de muestreo, la muestra tarda dos segundos por cada pie de tubería en llegar al monitor. El detector de gases también necesitará algún tiempo para analizar la muestra una vez que se haya recogido el aire. La mayoría de los monitores analizan el 100% de la muestra en sólo 120 segundos.
Utilicemos una manguera de muestreo de 3 metros como ejemplo. Según la longitud, la muestra tardaría unos 20 segundos en llegar al detector de gases. El dispositivo necesitaría entonces otros dos minutos para analizar el aire en cuestión. Por lo tanto, el proceso completo duraría unos 2 minutos y 20 segundos.
Estratificación
Al recoger la muestra, los trabajadores deben tener en cuenta lo que se conoce como estratificación. Algunos gases peligrosos pueden ser más ligeros o más pesados que otros, lo que significa que la concentración del gas puede variar en todo el espacio.
Para tener en cuenta la estratificación, los trabajadores deben tomar muestras en intervalos de 4 pies en cada dirección móvil para asegurarse de que la muestra es precisa en términos de calidad del aire. La manguera de muestreo puede ajustarse para que el trabajador pueda recoger el aire que se mueve en diferentes direcciones.
Sensibilidad cruzada
Los trabajadores también deben ser conscientes de los peligros de la sensibilidad cruzada. Muchos detectores de gas están programados para detectar un único gas objetivo, como el monóxido de carbono o el gas hidrógeno. Si el sensor entra en contacto con un gas para el que no está programado, podría dar lugar a lecturas inexactas.
Algunos gases no objetivo pueden inflar las lecturas del medidor. En este caso, los profesionales pueden pecar de precavidos y tomar medidas para protegerse de una concentración de gas superior a la realmente presente. Esta situación rara vez supone una amenaza para la seguridad.
Sin embargo, algunos gases que no son el objetivo de la investigación desinflan las lecturas del medidor. En este caso, el medidor puede bajar a cero o incluso a un número negativo, lo que es una señal de que algo va mal. Los usuarios deben consultar las lecturas de sensibilidad cruzada para dar sentido a este fenómeno.
La mayoría de los fabricantes de detectores de gas incluyen instrucciones detalladas sobre la sensibilidad cruzada, para que los trabajadores puedan interpretar las lecturas con precisión. Si el medidor da una lectura de cero, dos gases peligrosos pueden anularse mutuamente, por lo que los trabajadores tendrán que seguir usando ventiladores cuando ocupen el espacio.
Cuando utilice un monitor de un solo gas, utilice el siguiente ejemplo para tener en cuenta la sensibilidad cruzada:
Supongamos que el gas objetivo es el monóxido de carbono. Si hay gas hidrógeno presente en el espacio, afectará a las lecturas finales. Los trabajadores deben consultar la tabla para determinar la sensibilidad cruzada de la exposición al gas hidrógeno en un monitor de gas de monóxido de carbono. En este caso, la sensibilidad cruzada es del 60% para el gas hidrógeno. Si hay 50 ppm de gas hidrógeno en el espacio, el medidor mostrará 30 ppm de monóxido de carbono (50 x 0,6 = 30). Sin embargo, si hay varios gases en el espacio, la situación se complicará aún más.
Utilicemos el mismo detector de gas de monóxido de carbono pero con dióxido de nitrógeno. Si hay 40 ppm de dióxido de nitrógeno en el aire, la sensibilidad cruzada es del -20%. Esto significa que el medidor mostrará -8 ppm de monóxido de carbono cuando sólo hay dióxido de nitrógeno en el espacio (40 x -0,2 = -8).
Una vez más, el hecho de que haya más de un gas en el espacio complicará aún más la situación. Para evitar la sensibilidad cruzada, muchos equipos utilizan detectores multigás para comprobar la presencia de una serie de gases peligrosos antes de entrar en el espacio. El sensor incorporado se dirigirá a más de un gas, por lo que los trabajadores pueden entender rápidamente las lecturas.
Las pruebas de detección de gases peligrosos pueden ser complicadas y requerir mucho tiempo. Los profesionales pueden utilizar esta guía para asegurarse de que están probando a fondo su lugar de trabajo antes de entrar en el espacio. En caso de duda, siempre es mejor volver a probar el espacio en cuestión hasta que las lecturas sean lo más precisas posible.