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La importancia de la validación de autoclaves en el marco regulatorio de la FDA

La validación garantiza que las autoclaves funcionan de manera efectiva y segura, cumpliendo con las normativas y estándares internacionales

Validar una autoclave implica verificar que funciona correctamente proporcionando un nivel de esterilización consistente y confiable. Se trata de un procedimiento fundamental para mantener la calidad y seguridad de los productos farmacéuticos y dispositivos médicos, garantizando la eliminación o inactivación de microorganismos patógenos y esporas. Además, la validación proporciona documentación y datos que respaldan el cumplimiento con los requisitos regulatorios.

Dentro del contexto de Estados Unidos, la validación adquiere una importancia particular para cumplir con los estándares de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos). La FDA establece tres etapas principales en la validación: diseño del proceso, calificación del proceso y prueba de penetración del vapor. Estas etapas buscan asegurar un diseño óptimo para la fabricación y un funcionamiento reproducible y seguro del equipo.

El proceso de validación incluye varias etapas críticas, propuestas por la FDA - Calificación de Instalación (IQ), Calificación Operacional (OQ) y Calificación de Desempeño (PQ) - junto con análisis termodinámicos y microbiológicos.

La IQ implica verificar si la autoclave cumple con las especificaciones del fabricante. Es el paso previo para llevar a cabo una calificación operativa satisfactoria. Incluye procedimientos de mantenimiento, limpieza y calibración, usualmente conocidos como Procedimientos Normalizados de Trabajo (PNT).

La OQ es un paso esencial durante el desarrollo de un proceso de esterilización definido. Consiste en realizar una serie de pruebas para confirmar que la autoclave opera dentro de los límites establecidos de forma consistente, garantizando resultados uniformes. Cualquier desviación es analizada y corregida por ingenieros especializados.

La última etapa, la PQ, verifica que la autoclave funciona de manera consistente y reproducible en condiciones reales de producción. Las pruebas de PQ incluyen simulaciones de producción real, utilizando los mismos materiales y procedimientos que se emplean en la producción diaria. Al igual que en la OQ, cualquier desviación es investigada y corregida.

En conjunto, la validación de autoclaves es un componente clave para garantizar la calidad de los productos farmacéuticos, y juega un rol fundamental en la protección de la salud pública.

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