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El problema de los congeladores tradicionales para el almacenamiento de vacunas

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Cómo las soluciones de energía de vanguardia de ROHM pueden llevarlos al siguiente nivel

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Algunas vacunas son muy sensibles a las variaciones de temperatura y deben almacenarse a temperaturas ultrabajas

temperaturas ultrabajas (ULT) desde el punto de fabricación hasta justo antes de la administración al paciente.

La vacuna COVID-19 de Pfizer, por ejemplo, requería inicialmente un almacenamiento superfrío, con una temperatura

temperatura por debajo de -60 °C (-76 °F). En la planta de fabricación y los almacenes asociados

mantener estas temperaturas no es difícil. Pero cuando las vacunas se transportan a

a la distribución, y luego a los pacientes, el mantenimiento de esas temperaturas ultrabajas se hace más difícil

y más costoso.