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Detección de fugas de aire comprimido y gas con el SDT340: una solución económica para la eficiencia industrial
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El aire comprimido es esencial para las operaciones industriales, ya que impulsa herramientas neumáticas, sistemas de automatización y diversos procesos en muchos sectores.
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Su fiabilidad, facilidad de uso y adaptabilidad lo convierten en la cuarta fuente de energía más utilizada en la industria, tras la electricidad, el gas natural y el agua. Sin embargo, producir aire comprimido no es tan eficiente como parece. De hecho, es uno de los recursos más intensivos en energía en entornos industriales, consumiendo una parte significativa de la electricidad de una instalación.
El verdadero coste del aire comprimido
Aunque la mayoría de las industrias reconocen el valor del aire comprimido, pocas son conscientes de sus costes ocultos. Por término medio, el aire comprimido representa el 13% del consumo eléctrico industrial en países como Francia, con cifras similares en todo el mundo. Pero lo sorprendente es que más del 90% de la energía eléctrica utilizada en la compresión del aire se pierde -principalmente en forma de calor-, lo que deja sólo entre un 8 y un 10% de la energía para realizar un trabajo mecánico útil. El resto simplemente se desperdicia.
En instalaciones que hacen funcionar los compresores entre 6.000 y 8.000 horas al año, el consumo de energía puede constituir hasta el 80% del coste total de la producción de aire comprimido en cinco años. Si tenemos en cuenta que un metro cúbico de aire comprimido a 7 bares requiere 200 Wh para producirse, es fácil ver por qué ineficiencias como las fugas salen tan caras.
El desagüe oculto
Una de las principales causas de esta ineficacia es la presencia de fugas en el sistema de aire comprimido. Aunque las fugas no suelen plantear riesgos de seguridad ni interrumpir directamente la producción, son una fuente importante de derroche de energía. Por término medio, entre el 30% y el 40% de la producción de aire comprimido se pierde por fugas. En algunos casos, esta cifra puede ser incluso mayor. A escala mundial, la tasa media de fugas se estima en un 34%. Esto significa que uno de cada tres compresores de una instalación podría estar funcionando sólo para suministrar el aire que se pierde por las fugas: un derroche inaceptable de energía y dinero.
Como las fugas son inodoras, invisibles y a menudo inaudibles en entornos industriales ruidosos, suelen pasar desapercibidas. Pero el impacto financiero de estas fugas es significativo. No sólo contribuyen a disparar los costes energéticos, sino que también aumentan el desgaste de los compresores, lo que conlleva un mantenimiento más frecuente y una menor vida útil de los equipos.
SDT340: La solución a las fugas de aire comprimido
El detector por ultrasonidos SDT340 es una potente herramienta diseñada para solucionar este costoso problema. Gracias a su avanzada tecnología de ultrasonidos, el SDT340 permite a los equipos de mantenimiento detectar y localizar fugas con precisión, incluso en entornos difíciles. Así es como funciona:
Detección por ultrasonidos: Las fugas generan señales de ultrasonidos debido a la turbulencia del aire o el gas que se escapa por una pequeña abertura. Aunque estas señales están fuera del alcance del oído humano, el SDT340 puede detectarlas y convertirlas en frecuencias audibles mediante tecnología heterodina. Esto permite a los técnicos oír y localizar fugas que de otro modo pasarían desapercibidas.
Funciones fáciles de usar: El SDT340 está equipado con una interfaz intuitiva, auriculares Bluetooth e integración de software de fácil navegación con Ultranalysis® Suite 3 (UAS3). Esto facilita su uso sobre el terreno, proporcionando datos en tiempo real y visuales que guían a los técnicos hacia la localización exacta de las fugas.
Precisión milimétrica: A diferencia de los métodos tradicionales de detección de fugas, como el uso de agua jabonosa o la escucha de silbidos durante las paradas de producción, el SDT340 ofrece una detección precisa y eficaz en entornos reales. Puede identificar fugas de todos los tamaños y presiones, garantizando que incluso las fugas de aire más pequeñas sean localizadas y tratadas.
Versatilidad: Además de aire comprimido, el SDT340 es capaz de detectar fugas de gas, problemas en purgadores de vapor y problemas en sistemas hidráulicos y neumáticos, lo que lo convierte en una herramienta versátil para la estrategia de monitorización de estado de cualquier planta.
Retorno de la inversión inmediato: Por qué la detección de fugas es una prioridad
La identificación y reparación de fugas de aire comprimido es una de las estrategias más rentables para mejorar la eficiencia energética en entornos industriales. A diferencia de otras medidas de optimización, como la instalación de controles de velocidad variable o la actualización de equipos, la detección de fugas requiere una inversión mínima y ofrece un rendimiento inmediato.
Formar a un equipo de mantenimiento en el uso del SDT340 sólo lleva unas horas, tras las cuales la detección de fugas puede incorporarse a las rutinas de mantenimiento habituales. El resultado suele ser una reducción drástica del consumo de energía, con lo que las plantas ahorran miles o incluso decenas de miles de euros al año al reparar fugas que antes pasaban desapercibidas.
¿Cuánto se puede ahorrar?
Para poner el ahorro en perspectiva, considere que la producción de un metro cúbico de aire comprimido a 7 bares consume 200 Wh de electricidad. Conociendo el consumo medio de aire de su planta, el número de horas de funcionamiento al año y el coste por kWh, puede calcular cuánta energía se desperdicia por fugas. Por ejemplo, una instalación con un elevado consumo de aire comprimido puede descubrir que pierde decenas de miles de metros cúbicos de aire al año por fugas, lo que se traduce en importantes costes energéticos.
Incluso las fugas más pequeñas pueden tener un impacto importante. Un solo orificio de 3 mm en una tubería de aire comprimido puede costar a una instalación más de 1.000 euros al año en energía desperdiciada. Si se multiplica por varias fugas en un sistema de gran tamaño, el ahorro potencial derivado de la detección y reparación de fugas aumenta rápidamente.
La guinda ecológica
Además de las ventajas económicas de detectar y reparar fugas de aire comprimido y gas, el uso del SDT340 contribuye significativamente a los esfuerzos de sostenibilidad. Al minimizar el derroche de energía asociado a las fugas, las industrias pueden reducir su huella de carbono y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Dado que los sistemas de aire comprimido consumen mucha energía, optimizar su eficiencia mediante la detección de fugas por ultrasonidos no sólo ahorra dinero, sino que también ayuda a las instalaciones a lograr operaciones más ecológicas y respetuosas con el medio ambiente. La aplicación de estrategias de mantenimiento proactivas como éstas desempeña un papel vital en el impulso de la sostenibilidad a largo plazo y el apoyo a los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático.
Una herramienta integral para optimizar los sistemas de aire comprimido
La detección de fugas es sólo una parte de la optimización de los sistemas de aire comprimido, pero es un paso crucial. Además de la detección de fugas, el SDT340 ofrece herramientas para la supervisión del estado de las válvulas, la comprobación de purgadores de vapor y el análisis de sistemas hidráulicos, lo que garantiza que todas las partes del sistema funcionen de forma eficiente.
Dado que la tecnología de ultrasonidos es muy eficaz para detectar la turbulencia y la fricción de los fluidos -ya sea en sistemas de aire, gas o líquido-, el SDT340 ofrece una solución multidimensional a los equipos de mantenimiento. La función de alta resolución de señal (HSR) del dispositivo mejora su sensibilidad, por lo que resulta ideal para identificar incluso las anomalías más pequeñas en sistemas presurizados.
Un estándar industrial
Los métodos tradicionales de detección de fugas, como el uso de agua jabonosa, requieren mucho trabajo y tiempo, y a menudo son ineficaces en plantas grandes y complejas. Sin embargo, los sensores de ultrasonidos utilizados con el SDT340 están reconocidos como el estándar del sector para la detección de fugas, ya que ofrecen resultados rápidos y fiables en diversos entornos. Tanto si inspecciona zonas de difícil acceso como si supervisa grandes instalaciones, el diseño robusto y los sensores adaptables del SDT340 lo convierten en la solución ideal para la detección de fugas.
Empiece a ahorrar con el SDT340 hoy mismo
El aire comprimido es un recurso valioso, pero su producción, que consume mucha energía, hace que las fugas sean un desperdicio inaceptable. Con el detector por ultrasonidos SDT340, detectar y reparar fugas nunca ha sido tan fácil y eficaz. Al incorporar la detección de fugas a su rutina de mantenimiento habitual, puede reducir drásticamente el derroche de energía, mejorar la eficiencia del sistema y prolongar la vida útil de su equipo.