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#Novedades de la industria
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Alimentos frescos gracias al envasado en atmósfera modificada
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N2 prolonga la vida útil de las frutas y verduras
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La exposición al oxígeno (O2) es una de las razones por las que las vitaminas contenidas en las frutas y verduras se pierden después de la cosecha. El nitrógeno (N2) es capaz de minimizar esta pérdida de vitaminas durante el almacenamiento y el transporte. Puede producirse in situ mediante un generador e introducirse en el envase como parte del proceso MAP (envasado en atmósfera modificada) para desplazar el O2 contenido en el aire. El alimento tiene una vida útil más larga, sin conservantes.
El envasado en atmósfera modificada ofrece a los productores de frutas y verduras la posibilidad de garantizar una calidad y frescura óptimas de sus productos. Para ello, las hortalizas o frutas lavadas y cortadas se sellan en una atmósfera artificial en máquinas de envasado, por ejemplo, de bolsas tubulares o termoformadoras. Durante el procedimiento, el gas protector se introduce en el envase a través de una lanza, que desplaza completamente el oxígeno existente.
El gas protector evita la oxidación
Al final, los envases individuales se cierran y se separan. Cada producto se encuentra ahora en un envase individual sellado y hermético (por ejemplo, en una bandeja o bolsa) lleno del gas de envasado y está listo para el transporte. De este modo, el gas protector evita la oxidación, que provoca el enranciamiento y la pérdida de nutrientes, especialmente de vitaminas. Asimismo, se suprime el crecimiento de microorganismos dependientes del oxígeno, como las bacterias y los gérmenes, así como el moho, y se evita así el desarrollo de procesos de deterioro microbiano.
Se evita el pardeamiento
Además, se evita la decoloración marrón de los productos, causada por reacciones enzimáticas. El nitrógeno es un componente natural del aire y garantiza que las propiedades naturales de los productos agrícolas, como el sabor, la textura, el olor o el color, se conserven durante más tiempo. Al utilizar el gas de envasado natural e inodoro N2, los productos se mantienen frescos durante más tiempo y llegan al cliente final en un estado óptimo.
El nitrógeno necesario para las máquinas de envasado puede producirse in situ con un generador de nitrógeno de INMATEC en Alemania. Para ello, el aire del entorno se introduce a presión en dos contenedores de adsorción llenos de un tamiz molecular de carbono, que adsorbe las moléculas de oxígeno y dióxido de carbono contenidas en el aire. El generador produce así N2 con una pureza alimentaria del 99,5% en la cantidad deseada.
Independencia del suministro de gas externo
La generación de N2 in situ hace que las operaciones sean independientes de un suministro de gas externo y, gracias a la última tecnología, garantiza unos costes de generación muy bajos. Además, la tecnología respetuosa con el medio ambiente reduce las emisiones de CO2 y protege así el clima y el medio ambiente.