Añadir a mis favoritos

#Tendencias de productos

LA TECNOLOGÍA, MOTOR DEL RECICLAJE Y DE LA ECONOMÍA CIRCULAR

LA TECNOLOGÍA, MOTOR DEL RECICLAJE Y DE LA ECONOMÍA CIRCULAR

Hoy hablamos de un nuevo paradigma en que la tecnología va a ser el motor del reciclaje. La cuarta revolución industrial, la llamada Industria 4.0, cambiará radicalmente la forma en la que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Una transformación nunca experimentada por la humanidad.

Los humanos generamos residuos y sobreexplotamos los recursos por encima de nuestras posibilidades. Un modelo económico de producción y gestión de recursos, bienes y servicios que potencia un consumo a corto plazo nada sostenible. Producir, usar y tirar… El paradigma del actual modelo económico lineal, basado en el constante incremento del consumo de recursos naturales, con su consecuente huella medioambiental, podría estar llegando a su fin.

¿QUÉ ES LA ECONOMÍA CIRCULAR?

Todo apunta a un nuevo paradigma presidido por la economía circular, un sistema que imita el desarrollo natural de la naturaleza (que reutiliza continúa y cíclicamente todos sus elementos). La economía circular es, en definitiva, un modelo respetuoso con el medio ambiente en el que prima la explotación racional de los recursos naturales, el reciclaje y la reutilización de los elementos que, por sus características, no puedan volver al medio ambiente.

La transición hacia la economía circular pasa, sí o sí, por un papel decisivo, casi catalizador, de las nuevas tecnologías propias de la llamada Industria 4.0, una industria cada vez más inteligente y descentralizada. El Internet de la Cosas, la analítica de datos, las nuevas redes de telecomunicaciones, la inteligencia artificial, la automatización de procesos o las impresiones en 3D son tecnologías que ahorran costes, aumentan la productividad y el rendimiento, aprovechan mejor los residuos y dan lugar a las soluciones y las aplicaciones innovadoras que hacen posible la economía circular.

LA ECONOMÍA CIRCULAR Y EL RECICLAJE

La economía circular ya está presente en distintos sectores industriales buscando beneficios sociales y ambientales pero también económicos. La minería o la construcción, por ejemplo, ya aplican este modelo para generar nuevos oportunidades y optimizar el uso de los recursos naturales, evitando su sobrexplotación.

En el caso del sector de la gestión de residuos y reciclaje, se focaliza en la obtención de materias primas secundarias, capaces de competir con las materias primas convencionales. Y para ello necesita tecnologías que faciliten la recuperación de materiales que actualmente forman parte de los flujos de rechazo y que incrementen los porcentajes de valorización. Si queremos acelerar el cambio a la economía circular, necesitamos más y mejor gestión de los residuos.

Y aquí es donde los últimos avances en disciplinas sumamente tecnológicas, como los equipos de separación óptica, la inteligencia artificial, el deep learning, la robótica, el big data, el internet de las cosas, los drones o la realidad aumentada y virtual, entre otras, empiezan a estar presentes en las instalaciones de tratamiento de residuos. Miles de sensores y drones monitorizan la recogida de residuos y los vertederos, se están probando los primeros vehículos autónomos de recogida, las impresoras 3D intentan reaprovechar diferentes tipos de plásticos y la robótica y la automatización avanzada son componentes integrales de las nuevas instalaciones de tratamiento de residuos.

UNA GESTIÓN DE RESIDUOS MÁS TECNOLÓGICA

Las instalaciones de tratamiento de residuos están llamadas a evolucionar en los próximos años. Primero semánticamente, rebautizándose como plantas de producción de materiales. Y, en segundo lugar, superando las limitaciones de las plantas actuales con una mayor adaptabilidad a la composición y cantidad de residuos; una mayor seguridad eliminando al mínimo el contacto humano con los residuos; y una mayor capacidad para recuperar el 100% de los materiales tratados.

Para que estos tres retos se cumplan, las plantas del futuro tendrán que estar completamente conectadas, tanto para controlar el proceso en tiempo real como para prever los residuos que va a tratar y la demanda de materias primas secundarias. En otras palabras, se tendrán que automatizar, digitalizar y sensorizar. Es decir, se tendrán que alinear con los principios de la Industria 4.0.

Así, cada vez habrá más plataformas de software y sistemas de Big Data para transformar los océanos de los puntos de datos en información relevante para el sector y la robótica se convertirá, por lo tanto, en una herramienta fundamental en la recogida, tratamiento y eliminación de residuos.

La economía circular proporciona, en definitiva, nuevas herramientas para estimular la interacción de las partes interesadas en la gestión de residuos y el reciclaje, para aumentar la conciencia y la participación de los ciudadanos en el proceso, para hacer más participativa e inclusiva la gobernanza de las ciudades, y para mejorar la seguridad laboral y las condiciones de trabajo. Sólo hace falta desarrollar sistemas integrados de gestión sostenible de residuos, que maximicen el reciclaje, reduzcan al mínimo los materiales no reciclables y eliminen, de forma segura, los residuos peligrosos.

En PICVISA nos preocupamos por el futuro del reciclaje y la economía circular. Para más información visita nuestra página web.

Información

  • Carrer Isaac Newton, 2, 08280 Calaf, Barcelona, Spain
  • By PICVISA