Añadir a mis favoritos

#Novedades de la industria

EL SECTOR FARMACÉUTICO APUESTA POR LA TECNOLOGÍA PARA REDUCIR LA HUELLA MEDIOAMBIENTAL DEL COVID-19

La pandemia de COVID-19 parece haber entrado en su etapa final, con cifras afortunadamente muy bajas, tanto de hospitalizados como de fallecidos.

Su impacto, sin embargo, no se limita al ámbito sanitario y social. El uso masivo de medicamentos y material sanitario (toallitas, guantes o mascarillas desechables) es uno de los efectos colaterales más devastadores del COVID-19 por sus daños ambientales cuando sus residuos van a parar al medio natural. ¿Qué pasa con todos estos residuos de la industria farmacéutica generados en estos años de COVID?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que durante los dos años largos que llevamos de pandemia se han comercializado más de 140 millones de kits de pruebas, capaces de generar 2.600 toneladas de residuos no infecciosos (principalmente plásticos) y 731.000 litros de residuos químicos. Al mismo tiempo, se han administrado más de 8.000 millones de dosis de vacunas en todo el mundo, lo que ha producido 144.000 toneladas de residuos adicionales en forma de jeringas, agujas y embalajes.

EL IMPACTO MEDIOAMBIENTAL DE LA PANDEMIA DE COVID-19

El impacto de estos residuos es evidente. Decenas de miles de toneladas de residuos sanitarios y farmacéuticos generados por la respuesta sanitaria a la pandemia de COVID-19 han ejercido una enorme presión sobre los sistemas de gestión de residuos sanitarios en todo el mundo. De acuerdo con el Análisis global de la atención médica en el contexto de COVID-19 de la OMS, los residuos sanitarios, principalmente plásticos, amenazan la salud humana y ambiental, y exponen una necesidad imperiosa de mejorar las prácticas de gestión de este tipo de residuos.

Como ejemplo, aunque la generación de residuos urbanos disminuyó un 25% en el área metropolitana de Barcelona durante 2020, la generación de residuos generados en centros de salud se incrementó en un 350%. Pese a que estos residuos se gestionan a través de canales diferentes de los domiciliarios, temporalmente se autorizó su eliminación a través de las incineradoras destinadas a residuos domésticos, con la consiguiente emisión de compuestos cancerígenos como dioxinas. Por otro lado, estos residuos sanitarios y farmacéuticos también han impactado de forma directa en los entornos fluviales.

A la luz de esta situación, la OMS pide una reforma y una reducción en el uso de plásticos, tanto en los medicamentos como en los dispositivos médicos. En este sentido, recomienda un cambio sistémico en la forma en que las industrias farmacéuticas y sanitarias fabrican sus productos y gestionan sus residuos: embalajes ecológicos, equipos de protección individual reutilizables, el uso de materiales reciclables o biodegradables e inversiones en el sector del reciclaje para garantizar que los materiales, como los plásticos, puedan tener una segunda vida.

CÓMO SE RECICLAN LOS RESIDUOS FARMACÉUTICOS

Por este motivo, es imprescindible reforzar y tecnificar los sistemas de recogida y clasificación específicos de los residuos sanitarios con el objetivo de evitar daños para la salud humana y el medio ambiente, y ahí es donde PICVISA se posiciona como una figura clave. Pongamos un ejemplo. En este punto, y haciendo foco en España, juega un papel crucial el SIGRE, único sistema integrado de gestión de medicamentos autorizado en el país por las autoridades sanitarias y medioambientales, lo que garantiza que tanto los envases como los residuos de medicamentos que puedan contener reciben un tratamiento adecuado una vez que se depositan en los Puntos SIGRE.

¿Qué se hace con ellos? Los distribuidores farmacéuticos aprovechan el reparto de nuevos medicamentos a las farmacias para recoger estos residuos y depositarlos en gestores autorizados que los llevan a la planta de clasificación de envases y residuos de medicamentos, ubicada en Tudela de Duero (Valladolid), una instalación pionera a nivel mundial donde los residuos farmacéuticos y sanitarios pasan por diferentes fases para separar los envases y los restos de medicamentos que contienen.

Este proceso necesita estar totalmente automatizado para poder garantizar la completa trazabilidad de los residuos. Por este motivo, la planta debe incorporar, e incorpora, numerosas innovaciones tecnológicas en la clasificación de los residuos. El mayor ejemplo de este proceso constante de innovación y tecnificación fue la instalación de uno de los robots ECOPICK de PICVISA que, basado en inteligencia artificial, reconoce y clasifica una amplia variedad de residuos. Esto hace posible el posterior reciclaje de los materiales de los envases (papel, cartón, plástico, vidrio, metales, etc.) y que los restos de los medicamentos se entreguen a gestores especializados para su eliminación.

EL CAMINO DEL SECTOR FARMACÉUTICO HACIA LA SOSTENIBILIDAD

La industria farmacéutica está obligada a apostar por la sostenibilidad. La gestión de los residuos farmacéuticos y sanitarios ha dejado de ser un tema secundario. Por este motivo, el sector está empezando a mejorar la reciclabilidad de sus productos, apostando por soluciones de packaging sostenibles que utilizan materiales reciclables y plásticos biodegradables. Así, el sector farmacéutico ya emplea plásticos sostenibles como el PET (tereftalato de polietileno), el R-PET (tereftalato de polietileno reciclado) y el PLA (ácido poliláctico), un bioplástico 100% orgánico y compostable.

Siguiendo este camino, hay líneas de innovación que se centran en mejorar la reciclabilidad de los blísteres, laminados de PVC y aluminio, que son los envases más utilizados en la industria farmacéutica y de los que, sin embargo, apenas se recicla el 50% por la complejidad del proceso. Para mejorar este porcentaje ya están en marcha proyectos de investigación que trabajan en el desarrollo de procesos innovadores para recuperar el aluminio mediante el uso de disolventes verdes selectivos y biodegradables que eliminan el PVC y se recuperan totalmente tras su uso.

El cambio de paradigma del packaging farmacéutico no es, sin embargo, tan fácil como parece. Estos envases están sujetos a una serie de requisitos, como la estabilidad y las condiciones climáticas, que a menudo hacen difícil su sostenibilidad. Además, cualquier cambio en el packaging debe ser aprobado por las autoridades y, por lo tanto, requiere de un proceso muy largo. Pese a todo, Europa tiene todos los elementos para convertirse en líder de esta revolución; hay muchas empresas que aspiran a la innovación sostenible, también en el sector farmacéutico.

CÓMO SE RECICLAN LOS RESIDUOS FARMACÉUTICOS

Por este motivo, es imprescindible reforzar y tecnificar los sistemas de recogida y clasificación específicos de los residuos sanitarios con el objetivo de evitar daños para la salud humana y el medio ambiente, y ahí es donde PICVISA se posiciona como una figura clave. Pongamos un ejemplo. En este punto, y haciendo foco en España, juega un papel crucial el SIGRE, único sistema integrado de gestión de medicamentos autorizado en el país por las autoridades sanitarias y medioambientales, lo que garantiza que tanto los envases como los residuos de medicamentos que puedan contener reciben un tratamiento adecuado una vez que se depositan en los Puntos SIGRE.

¿Qué se hace con ellos? Los distribuidores farmacéuticos aprovechan el reparto de nuevos medicamentos a las farmacias para recoger estos residuos y depositarlos en gestores autorizados que los llevan a la planta de clasificación de envases y residuos de medicamentos, ubicada en Tudela de Duero (Valladolid), una instalación pionera a nivel mundial donde los residuos farmacéuticos y sanitarios pasan por diferentes fases para separar los envases y los restos de medicamentos que contienen.

Este proceso necesita estar totalmente automatizado para poder garantizar la completa trazabilidad de los residuos. Por este motivo, la planta debe incorporar, e incorpora, numerosas innovaciones tecnológicas en la clasificación de los residuos. El mayor ejemplo de este proceso constante de innovación y tecnificación fue la instalación de uno de los robots ECOPICK de PICVISA que, basado en inteligencia artificial, reconoce y clasifica una amplia variedad de residuos. Esto hace posible el posterior reciclaje de los materiales de los envases (papel, cartón, plástico, vidrio, metales, etc.) y que los restos de los medicamentos se entreguen a gestores especializados para su eliminación.

Información

  • Barcelona, Spain
  • PICVISA