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Datos, realidades y mitos sobre el reciclaje de plásticos
Datos, realidades y mitos sobre el reciclaje de plásticos
Reciclaje de plásticos
Datos, realidades y mitos sobre el reciclaje de plásticos
¿Sabias que el plástico se llama así debido a su facilidad para adquirir diversas formas? Su estructura está formada por una molécula simple (monómero), que se repite indefinidamente formando largas cadenas que reciben el nombre de polímeros. Esta estructura le confiere elasticidad y flexibilidad durante un intervalo de temperaturas, lo que permite su moldeado y adaptación a diversas formas. Veamos algunos datos sobre el reciclaje del plástico.
El plástico puede tomar la forma de botellas, muebles, carrocerías para vehículos, electrodomésticos, etc. Este material tan presente en nuestra vida cotidiana nos aporta grandes beneficios. Sin embargo, al concluir su vida útil los productos fabricados con él no sólo pierden su valor, se pueden convertir en un problema. Sí, has leído bien: es el material sintético más útil y eficaz, y a la par, la principal fuente de contaminación sólida. Un dato sobre el reciclaje de plástico abrumador: la degradación total del plástico es imposible. Por suerte, es reciclable, si bien su fabricación es mucho más barata y sencilla que su reutilización.
En materia de residuos plásticos, a escala mundial y según la OCDE sólo el 9% se reciclan.
Lamentablemente, acaban depositados en vertederos, plantas incineradoras o, lo que es peor, en el medio ambiente. Para combatirlo, la infraestructura de reciclaje juega un papel crucial. Unos sistemas de recolección bien establecidos, instalaciones eficientes en las plantas de reciclaje, con innovadores sistemas de clasificación y trituración, se deben complementar con la tecnología más avanzada.
Los procesos para el reciclado son complejos. Además, los esfuerzos para que se lleve a cabo están supeditados al mercado: demanda de productos fabricados con plástico reciclado, precios, normativa… En el éxito del reciclaje intervienen muchos agentes: desde la persona que diseña el producto hasta la que tira la basura, pasando por quienes se ocupan de recolectar los residuos y quienes trabajan en las plantas de reciclaje.
Es esencial que todos nuestros esfuerzos a favor del reciclado no nos liberen del sentimiento de culpa cuando decidimos usar y/o comprar objetos de plástico. Si podemos elegir, optemos por productos elaborados con plástico reciclado. Los consumidores debemos tomar conciencia de lo importante que es darle una segunda vida a este material. Veamos algunos datos sobre fabricación, consumo y falsos mitos del reciclaje de plástico:
¿Sabías que la mayoría de los plásticos se fabrican a partir del petróleo crudo? En concreto, el 98% de los plásticos de un solo uso —responsables del 50% de la contaminación marina— tienen su génesis en los combustibles fósiles.
Sólo los plásticos etiquetados como PLA están conformados por un polímero termoplástico (ácido poliláctico), obtenido a partir de la fermentación de vegetales: maíz, caña de azúcar, yuca…
Existe la creencia de que todos los plásticos son reciclables. Es falso. Los termoplásticos se pueden volver a fundir y moldear en nuevos productos y, por tanto, reciclar, mientras que los termoestables contienen polímeros que se entrecruzan para formar un enlace químico irreversible, lo que implica que por más calor que reciban, no se pueden fundir, no son reciclables.
Desde el inicio de la producción de plástico hasta 2015, el mundo produjo alrededor de 6.300 millones de toneladas de desechos plásticos, de los cuales sólo el 9% se ha reciclado y aproximadamente el 1% se ha reciclado más de una vez.
Según el World Economic Forum, se producen al año unos 400 millones de toneladas de residuos plásticos a escala mundial.
China era ya en 2010 el mayor productor de contaminación plástica del mundo; con una población de 1.400 millones de habitantes, es lógico. Y en el ranking le siguen Estados Unidos, Alemania, Brasil y Japón.
¿Qué país recicla más plástico? Datos sobre el reciclaje del plástico
Según los últimos datos de la OCDE, Corea del Sur, Alemania y Austria tienen las tasas de reciclado más altas del mundo. En la UE, Italia fue líder en 2022 con una tasa del 54,6%, seguida muy de cerca por Bélgica y Eslovaquia, de acuerdo con Eurostat. ¿Y en Estados Unidos? De los 40 millones de toneladas de residuos plásticos generados allí en 2021, sólo se recicló entre el 5% y el 6%, es decir, unos dos millones de toneladas.
¿Cuántas botellas de plástico se reciclan cada año? Cada año se utilizan alrededor de 500 mil millones de botellas de plástico en todo el mundo. Sin embargo, sólo el 12% de estas botellas se reciclan y, a escala mundial, el 91% no se reciclan.
En Estados Unidos, donde se desechan 35 mil millones de botellas de agua vacías, sólo se recicla el 30% de las botellas y jarras de plástico. No obstante, allí se recicla el 65% de las botellas de PET (tereftalato de polietileno). En Europa, destaca la tasa de reciclaje de botellas de plástico PET de Noruega, con un 97%. Se estima que la industria mundial del reciclaje de botellas de plástico alcance un crecimiento anual del 5,3% entre 2023 y 2031.
¿Cuánto plástico termina en el océano cada día? El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte: los océanos reciben unos 13 millones de toneladas de plástico cada año, el equivalente a descargar un camión de basura en el océano por minuto.
Según un estudio de Science Advances, de 2021, Filipinas es el país líder en la lista de los 10 principales contribuyentes al vertido de plástico en los océanos, con unas 356.371 toneladas.
Para afrontar estos problemas, es crucial recurrir a las tecnologías más innovadoras, como el separador óptico ECOPACK o el sistema de clasificación óptica ECOFLAKE, ambos de PICVISA. Porque usar soluciones para la clasificación y detección de todo tipo de plásticos aumenta las tasas de reciclaje, en especial en los procesos más eficientes del reciclaje mecánico —la forma más extendida de reciclaje—, capaz de convertir los residuos plásticos en materias primas o productos secundarios sin cambiar significativamente su estructura química. Cabe destacar que el reciclaje mecánico es el más comúnmente utilizado para reciclar plásticos como el tereftalato de polietileno (PET) y el polietileno de alta densidad (HDPE), utilizados para botellas o envases de refrescos y relativamente fáciles de reciclar.
Un buen ejemplo es el del Centro Medioambiental Ca Na Putxa, situado en Ibiza, que gestiona anualmente la impresionante cantidad de 90.000 toneladas de residuos sólidos urbanos (RSU).
La I+D es la gran apuesta de la industria del reciclaje de plásticos. Hay innovaciones en auge:
Reciclaje químico. Capaz de convertir los residuos plásticos —técnicamente difíciles de procesar o antieconómicos de recuperar— en productos químicos básicos, el reciclaje químico abarca un conjunto de procesos (pirólisis, gasificación, hidrocraqueo, despolimerización) dirigidos a modificar la estructura química de los residuos plásticos. Mediante el reciclaje químico se obtienen monómeros o moléculas de pequeña masa molecular, listas para conformar polímeros que se utilizan como materias primas con las que producir nuevos plásticos reciclados y otros productos químicos.
Reciclaje por disolución. Se trata de un proceso de purificación mediante el cual el polímero presente en un residuo plástico mezclado se disuelve selectivamente, lo que permite separarlo del residuo y recuperarlo en forma pura sin cambiar su naturaleza química. Ya existen varios ejemplos industriales de esta tecnología que se aplican a diferentes polímeros —como el cloruro de polivinilo (PVC), el poliestireno (PS), el nailon (PA) o el polipropileno (PP)—, para separarlos de los residuos mezclados y multimateriales.
Reciclaje orgánico. Se define como el tratamiento microbiológico controlado de residuos plásticos biodegradables en condiciones aeróbicas (compostaje) o anaeróbicas (biogasificación). Se aplica a polímeros específicos que se pueden convertir, bajo la acción de microorganismos, en residuos orgánicos estabilizados, dióxido de carbono, metano y agua.
Todos estos innovadores procesos contribuyen a resolver la crisis mundial de contaminación plástica. Es el momento de potenciar la transición de una economía lineal a una economía circular, desvinculando la producción de plástico de las fuentes de combustibles fósiles, y recuperando el valor de los desechos fabricados con plástico. Muy pronto, abordaremos en este blog iniciativas punteras en el reciclaje de otros materiales. No dejes de leernos.