video corpo
Añadir a mis favoritos

#Novedades de la industria

PICVISA se propone contribuir a la circularidad textil de Estados Unidos

PICVISA se propone contribuir a la circularidad textil de Estados Unidos

Reciclaje textil

PICVISA se propone contribuir a la circularidad textil de Estados Unidos

La automatización del reciclaje de productos textiles es una asignatura pendiente en EEUU. No obstante, el país se esfuerza por avanzar hacia la circularidad. Buena muestra de su interés es el lanzamiento de nuevas empresas en el sector; la proliferación de artículos en diarios y revistas; la promulgación de normas relativas a la responsabilidad ampliada del productor (RAP) —de momento, en tres Estados—, o la celebración de ferias y congresos donde debatir sobre un problema que no es menor.

En la calle, la población estadounidense toma conciencia de la situación. Porque, según la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés), la ciudadanía desecha aproximadamente 11,3 millones de toneladas de residuos textiles al año, de las que el 85% acaban en vertederos o incineradoras. En definitiva, su tasa de reciclaje apenas alcanza el 15%.

El sector textil estadounidense afronta un reto importante: convertir este problema en una oportunidad en términos de reutilización, lo que impactaría positivamente en la cuenta de resultados de las industrias especializadas en fabricación y reciclajes de textiles. Al hacer frente a este desafío, el país dejaría de desperdiciar recursos y energía, reduciendo significativamente su negativo impacto medioambiental. La buena noticia es que algunas marcas “made in USA” ya fabrican productos con material textil reciclado.

Por ejemplo, desde Nueva York, el fabricante de ropa Amur utiliza fibra regeneradas y un hilo hecho de una parte de la planta de algodón que generalmente se desperdicia en la producción. Con sede en Los Ángeles, California, Proclaim crea ropa interior y artículos básicos a partir de fibras obtenidas de botellas de plástico recicladas. Son sólo dos ejemplos, pero hay más.

Iniciativas del tercer sector

En EEUU cabe destacar también la importancia del mercado de segunda mano. Por poner dos ejemplos, reseñamos aquí la actividad de Goodwill y de la Salvation Army. Estas dos organizaciones sin ánimo de lucro han desarrollado en el país sendas redes de venta minorista donde proporcionan trabajo a personas en situaciones vulnerables. En el caso de Goodwill, y según anunció a finales del año pasado, cabe poner en valor su participación en la puesta en marcha de una iniciativa plurianual —en la que colaboran las empresas Reju y WM— que contempla la inminente puesta en marcha de programas piloto para desviar los textiles de los vertederos, mediante su recolección y clasificación, iniciando así una nueva senda hacia la circularidad textil.

Con todo, mientras que la Unión Europea lleva tiempo trabajando y legislando para optimizar la gestión del reciclaje textil, la mejora de estos procesos en EEUU viene impulsada por la toma de conciencia de su población. Porque son los consumidores quienes están demandado el cambio, tal y como recoge el informe Sorting for Circularity USA, presentado por la plataforma para la innovación textil Fashion For Good (FFG).

Este informe de la FFG, donde se desvela que el 56% del residuo textil de EEUU es apto para reciclaje, sostiene que desatender la posibilidad de reciclar equivale a una pérdida económica de 1.500 millones de dólares al año. La FFG advierte: la falta de un sistema eficiente de reciclaje y reutilización está afectando gravemente a la industria estadounidense, a pesar de ser el país con el mayor consumo textil per cápita y un mercado de moda estimado en 251.000 millones de dólares.

La carencia de una legislación específica en la mayoría de los Estados —como la que se está implementando en la UE— contribuye a esta brecha en términos de circularidad y sostenibilidad en la industria textil que opera en EEUU. Sólo California, Nueva York y Washington han dado el paso al regular un sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) o Extended Producer Responsibility (EPR). Lamentablemente, el resto de Estados carece de iniciativas legislativas en este sentido.

Para revertir esta situación, en EEUU se organizan eventos como el Plastics Recycling Conference – Textile Recycling Summit—en marzo de 2025, en Washington y el Tech Textilede Atlanta (Georgia), en mayo— donde concurren los diversos actores de la industria textil y organizaciones especializadas en el reciclado de desechos textiles. En ambos encuentros, la intención de PICVISA será sorprender al mercado estadounidense con dos de sus soluciones tecnológicas más punteras:

ECOSORT. Gracias a su tecnología avanzada de clasificación de fibras, este separador óptico permite la separación automática de prendas textiles tanto por composición (NIR), color (VIS) y/o forma. Debido a la flexibilidad de su visión multiespectral, ECOSORT se puede configurar para realizar cambios rápidos en la clasificación automática de los distintos materiales textiles que la industria pueda necesitar.

ECOCLIP. La tecnología de este separador óptico garantiza una clasificación automática adecuada y precisa de los recortes en los procesos de reciclaje textil, y lo hace en función de la composición de las fibras y los colores. ECOCLIP asegura el control de calidad de esos recortes para que el material esté limpio de contaminantes —otras fibras, otros colores, hard points o puntos duros, metales, costuras, etc.—, antes de reciclar.

Sin duda, la tecnología está siendo la piedra angular para pasar de una economía lineal a otra circular. Y desde PICVISA quisiéramos formar parte de esa transformación, también en EEUU. Estamos convencidos de que es preciso mejorar la circularidad textil desechado al final de su vida útil. De hecho, es una prioridad a escala mundial.

Información

  • Carr. de Manresa, 50-60, 08280 Calaf, Barcelona, Spain
  • PICVISA