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Primer láser H2S Open Path para aplicaciones relacionadas con la seguridad

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Teledyne Gas and Flame Detection presenta su detector de gas basado en láser GD1 con homologación completa SIL2 de terceros.

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Este desarrollo pionero significa que el GD1 SIL2 es el primer detector de gas de vía abierta del mercado para aplicaciones relacionadas con la seguridad del sulfuro de hidrógeno (H2S). La importancia global del SIL (nivel de integridad de seguridad) ha crecido sustancialmente en las industrias del petróleo, el gas, la petroquímica y otras industrias de procesos en los últimos 10 años. Por tanto, es lógico que dispositivos como los detectores de gas demuestren su idoneidad y competencia de acuerdo con la última certificación SIL2 de terceros.

El GD1 de Teledyne GFD entró en el mercado por primera vez en 2011, y desde entonces se han instalado más de 1600 unidades en empresas de exploración y producción de petróleo y gas (en tierra y mar adentro) de Oriente Medio y el resto del mundo.

Con su nueva certificación, el GD1 puede utilizarse ahora en sistemas con requisitos SIL2. Para proporcionar algo de contexto, un dispositivo/sistema de detección de gases con certificación SIL1 ATEX típico vendrá completo con la aprobación funcional según IEC 60079-29-3 y requerirá un mantenimiento regular. El paso de SIL1 a SIL2 requiere la autocomprobación automática integrada de los componentes de hardware, lo que se traduce en una reducción de los intervalos de mantenimiento de los sensores y del tiempo de inactividad.

GD1 cumple la última norma IEC 60079-0:2017 (IECEx).

El innovador GD1 de Teledyne GFD resultará atractivo en aplicaciones SIL2 por varias razones, entre ellas su exclusivo diodo láser sintonizable personalizado que elimina los efectos ambientales del sol, la lluvia o la niebla. De hecho, el GD1 puede funcionar con hasta un 98% de oscurecimiento, lo que aumenta la seguridad general del emplazamiento. Esta capacidad es posible porque la luz emitida por el detector viaja como un cono de un punto a otro, en lugar de como un haz rectilíneo convencional. En otras palabras, el haz se expande después de la transmisión y tiene casi un metro de diámetro cuando llega al receptor montado a 75 m de distancia. Por tanto, puede penetrar en entornos hostiles que a las soluciones de la competencia les resultan difíciles.

Con su láser rápido y a prueba de fallos, el GD1 realiza una calibración automática doble en tiempo real y pruebas automáticas, eliminando así la necesidad de intervención manual y reduciendo los costes de mantenimiento. Otras ventajas son su bajo consumo (15 W), una vida útil muy larga y una elevada frecuencia de muestreo/detección de 8.000 veces por segundo gracias a su construcción optomecánica ultraestable.

Todas estas características de valor añadido hacen que el GD1 pueda sustituir a varios detectores estándar para cubrir el mismo riesgo, lo que lo convierte en una solución económica que suele demostrar un ahorro real de costes en un plazo de dos años.

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