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Uso de sensores de posición hidráulicos en la medición de la fuerza de frenado
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Inspeccionar la fuerza de frenado de un vehículo es absolutamente esencial, ya que la fuerza de frenado es un factor crítico de seguridad en el tráfico rodado. Afecta decisivamente a la capacidad de un vehículo para reducir la velocidad o detenerse a tiempo y evitar posibles accidentes, por lo que es esencial que se compruebe periódicamente.
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La inspección de la fuerza de frenado es un componente clave del mantenimiento de los vehículos. Cada año se realizan en Alemania varios millones de inspecciones de la fuerza de frenado. Estas inspecciones se llevan a cabo en talleres, así como en organizaciones y centros de ensayo, para garantizar que los vehículos cumplen los requisitos legales y que se garantiza la seguridad de todos los usuarios de la carretera. No hay que subestimar la importancia económica de estas inspecciones. Sólo en Alemania, el coste de los servicios asociados a estas inspecciones asciende a varios millones de euros al año.
El negocio de la inspección de la fuerza de frenado tiene unas perspectivas económicas prometedoras. Ante el creciente número de vehículos en circulación y el aumento de las normas de seguridad vial, se prevé que siga creciendo la demanda de elevadores fiables y servicios asociados. Esto presenta nuevas oportunidades para las empresas que invierten en el desarrollo y distribución de elevadores de automóviles, así como para los talleres y organizaciones de pruebas que ofrecen estos servicios.
Para garantizar que los vehículos puedan frenar con eficacia, se utilizan elevadores de coches que permiten medir con precisión la fuerza de frenado. Sin embargo, las mediciones conllevan sus propios retos. Para garantizar unos resultados precisos, los vehículos deben sujetarse en elevadores para que las ruedas puedan girar sin obstáculos y se pueda medir la fuerza de frenado. Para ello hay que tener en cuenta varios factores, como el peso del vehículo y el estado de los neumáticos y el sistema de frenado. También es importante garantizar la alineación correcta del vehículo en el elevador para obtener resultados precisos.
La medición de la fuerza de frenado suele realizarse como parte de la inspección general de la ITV. Existen varios métodos para medir la fuerza de frenado, pero uno de los más comunes es el uso de un banco de pruebas de frenos.
Un banco de pruebas de frenos suele consistir en la plataforma sobre la que se coloca el vehículo, además de dos o más rodillos que giran bajo las ruedas. El vehículo se coloca de forma que las ruedas motrices descansen sobre los rodillos mientras las demás ruedas permanecen suspendidas en el aire. Los rodillos se elevan mediante cilindros hidráulicos que utilizan sensores de posición hidráulicos magnetoestrictivos WayCon. Estos controlan la elevación de los rodillos para garantizar que puedan girar libremente. Las longitudes más habituales son de hasta 100 mm. El sensor de posición magnetostrictivo MAZ se desarrolló específicamente para este tipo de aplicaciones. La carcasa de acero inoxidable del sensor hidráulico es adecuada para presiones de funcionamiento de hasta 350 bares. El sensor funciona según el principio de medición magnetostrictivo sin desgaste, lo que se traduce en una larga vida útil. Con un rango de medición de hasta 2,5 m y una precisión de ±0,02%, el sensor de posición magnetostrictivo también puede utilizarse en cilindros hidráulicos mucho más grandes.
Si no se puede integrar un sensor de posición en el cilindro, también se pueden utilizar potenciómetros lineales fuera del cilindro. En este caso, se utiliza el potenciómetro lineal de la serie LZW. El sensor lineal realiza mediciones en rangos de 750 mm con una precisión de ±0,05%. Destaca especialmente por ser un componente pasivo (según EN 60079-11), lo que significa que también puede utilizarse en determinadas atmósferas potencialmente explosivas.
Durante la medición de la fuerza de frenado, el vehículo se pone en movimiento, ya sea mediante el motor o un accionamiento externo, y se accionan los frenos. Los rodillos del banco de pruebas de frenos registran y miden la fuerza de frenado ejercida sobre las ruedas. La fuerza de frenado generada se mide en relación con la velocidad del vehículo para evaluar el rendimiento de los frenos. Este proceso implica el registro de diversos parámetros, como la distribución de la fuerza de frenado, el efecto de frenado en los ejes delantero y trasero y la presión de frenado.
El banco de pruebas de frenos permite medir la fuerza de frenado en cada rueda por separado y determinar si cumple los requisitos legales. También permite detectar irregularidades o defectos en el sistema de frenado, como una presión de frenado desigual o el fallo de algunos frenos.
Por último, se evalúan los resultados de la medición de la fuerza de frenado y se incorporan al informe de la prueba. Si el rendimiento de los frenos cumple las normas necesarias, el vehículo recibe la homologación o la pegatina de inspección requerida. Sin embargo, si se detectan defectos, el propietario del vehículo debe realizar las reparaciones oportunas y someterlo de nuevo a la inspección general para reparar los defectos y garantizar la seguridad del vehículo.
Es importante tener en cuenta que la medición de la fuerza de frenado de la ITV sólo representa la fuerza de frenado en ese momento determinado y no puede garantizar la funcionalidad a largo plazo del sistema de frenos. Por lo tanto, se recomienda realizar periódicamente la inspección y el mantenimiento de los frenos en un taller especializado para que funcionen de forma óptima en todo momento y garantizar así la máxima seguridad.
Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de controlar la fuerza de frenado de un vehículo. Las mediciones precisas y las inspecciones periódicas aumentan la seguridad vial y ayudan a prevenir accidentes. Es esencial que tanto los propietarios de los vehículos como los profesionales de la industria del automóvil reconozcan la importancia de estas medidas y adopten las medidas adecuadas para garantizar la seguridad en las carreteras.