Los sensores magnetoestrictivos optimizan el rendimiento y la rentabilidad de las vendimiadoras

En la agricultura moderna, la automatización desempeña un papel fundamental a la hora de maximizar los rendimientos y optimizar al mismo tiempo los procesos de trabajo.

Sensores como los magnetoestrictivos de desplazamiento están revolucionando el uso de la maquinaria agrícola moderna, especialmente en las vendimiadoras. El uso de estos precisos sensores para medir la longitud y la posición aumenta considerablemente la eficacia en la viticultura y eleva el control de las máquinas a un nivel completamente nuevo.

Los sensores magnetostrictivos permiten detectar movimientos mecánicos con gran precisión y convertirlos en señales analógicas. Esto es especialmente importante a la hora de controlar componentes móviles, como los brazos vibratorios o el mecanismo transportador de una vendimiadora, con el fin de proteger las delicadas uvas y vides durante la recolección. Gracias a la alta precisión de repetición y al principio de medición sin desgaste de la tecnología de sensores magnetoestrictivos, las posiciones pueden determinarse con precisión sin que el desgaste mecánico afecte negativamente a la precisión de la medición. Esta es una ventaja significativa en el exigente entorno de la viticultura, donde las vibraciones, el polvo y la exposición a partes de las plantas son un hecho cotidiano.

El control de los procesos de trabajo mediante sensores no sólo mejora la calidad de la cosecha, sino que también contribuye a reducir el consumo de energía y la carga de la máquina. El uso de sensores magnetoestrictivos ilustra claramente el desarrollo y el uso continuos de tecnologías inteligentes en la ingeniería agrícola, con el objetivo de maximizar la eficiencia y minimizar al mismo tiempo los costes operativos. Las ventajas resultantes son factores decisivos que influirán positivamente en el futuro de la viticultura.

Un ejemplo de estos sensores son los sensores magnetoestrictivos de desplazamiento de la serie MSB de WayCon. Estos robustos sensores son capaces de medir una longitud de hasta 2,5 m con una precisión de hasta ±0,02 %. Con una carcasa resistente a presiones de hasta 350 bar, los sensores son ideales para su uso en cilindros hidráulicos. Gracias a una velocidad de desplazamiento de hasta 10 m/s, los sensores de desplazamiento también pueden seguir el ritmo de las aplicaciones dinámicas. Las señales de salida analógicas normalizadas también facilitan su integración en sistemas de control de dispositivos.