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¿Qué hace que una guía lineal sea adecuada para su uso a altas temperaturas?

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Componentes de metal, componentes de plástico, lubricación, componentes y accesorios opcionales.

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Para la mayoría de las guías lineales de recirculación de bolas y rodillos, el rango de temperatura de funcionamiento permitido es de -10° a 80° C, con algunas configuraciones clasificadas hasta 100° C por períodos breves. Pero no todas las aplicaciones entran en este rango de temperatura, y cada componente del conjunto de rodamientos lineales (soporte, raíl, bolas, sellos, etc.) tiene una temperatura de funcionamiento máxima y mínima diferente. Pero si elige los componentes metálicos, los componentes plásticos, la lubricación y los accesorios opcionales adecuados, puede configurar una guía lineal de recirculación que pueda soportar aplicaciones de alta (o baja) temperatura que estén fuera del rango estándar de -10° a 80° C.

Componentes metálicos

Las partes metálicas de una guía lineal de recirculación incluyen el alojamiento de los rodamientos, las bolas o rodillos de recirculación, el carril guía, las placas rascadoras y diversos tornillos de fijación y montaje. La composición de estas partes puede abarcar tres o más tipos diferentes de acero, acero inoxidable y, en algunos casos, aluminio. Así que es importante entender de qué tipo de metal está hecho cada componente y qué rango de temperatura puede soportar.

En muchos casos, los fabricantes recomiendan utilizar aceros inoxidables siempre que sea posible cuando la aplicación se encuentra fuera del rango normal de temperaturas de funcionamiento, especialmente si la temperatura es muy alta (más de 150° C) o muy baja (menos de 0° C). Una de las razones de esta recomendación es la posibilidad de fluctuaciones de temperatura, que pueden causar condensación y conducir a la corrosión.

Los componentes de plástico

Las piezas de plástico, como las juntas y los componentes de recirculación, suelen ser un factor limitante en cuanto a la idoneidad de la temperatura de un rodamiento lineal de recirculación. Sin embargo, los fabricantes de guías lineales ofrecen juntas hechas de materiales especiales, como FPM o FKM (caucho fluorado, comúnmente conocido como Viton, de DuPont), con rangos de temperatura de funcionamiento ampliados.

Si el ambiente no presenta contaminación líquida o sólida, otra opción es usar una guía lineal con sólo sellos metálicos. Y aunque no se recomienda renunciar a los sellos para las guías lineales perfiladas (porque ayudan a mantener la lubricación dentro del rodamiento), las guías lineales de eje redondo y las guías de rodillos de leva pueden funcionar sin sellos, lo que las convierte en otra opción para aplicaciones que no requieren la capacidad de carga o la rigidez de una guía lineal perfilada. Y como estos diseños no requieren componentes de recirculación de plástico, están disponibles en versiones totalmente metálicas que pueden soportar temperaturas fuera del rango de la mayoría de los plásticos.

Lubricación

La temperatura también afecta al rendimiento de la lubricación en una guía lineal de recirculación. Específicamente, la temperatura de un lubricante afecta a su viscosidad (resistencia al flujo), y la lubricación con grasa que excede su temperatura nominal puede separarse en sus componentes (aceite base, espesante y aditivos), reduciendo su efectividad.

En general, los lubricantes de menor viscosidad se recomiendan para aplicaciones de baja temperatura, mientras que los de mayor viscosidad son mejores para aplicaciones de alta temperatura. Y tenga en cuenta que, además del tipo de lubricación a utilizar, el intervalo de lubricación recomendado también se ve afectado por la temperatura de funcionamiento del rodamiento.

Componentes y accesorios opcionales

Las limitaciones de temperatura también se aplican a los componentes opcionales, como los sellos adicionales, las unidades de lubricación externa y las tiras de cubierta o fuelles. Por ejemplo, las guías lineales de recirculación suelen estar clasificadas para su uso a temperaturas de hasta 80° C, pero las unidades de lubricación externa suelen tener una clasificación de temperatura máxima de 50° a 60° C. Los componentes sensibles como los sistemas de medición (codificadores lineales integrados) y las piezas que forman parte integrante del sistema de recirculación, como las cadenas de bolas o los separadores de bolas, también deben comprobarse para garantizar que puedan soportar temperaturas de funcionamiento excesivamente altas o bajas.