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EL FUTURO DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS: DEL RESIDUO AL RECURSO
EL FUTURO DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS: DEL RESIDUO AL RECURSO
El proceso de digitalización de las tres etapas de la gestión de residuos (recogida, clasificación y tratamiento), tal y como explicamos en nuestro último post del blog, es una realidad. Este complejo proceso de transformación e innovación no es, sin embargo, el punto final en el camino hacia una gestión de residuos más sostenible, eficiente y rentable. Con la digitalización del reciclaje en marcha, se abren nuevos interrogantes: ¿Cuáles son los próximos pasos? ¿Qué nuevas tecnologías están por llegar? ¿Cómo será la gestión de residuos del futuro?… Sea cual sea la pregunta, la respuesta pasa siempre por la innovación tecnológica.
EL FUTURO EN LA GESTIÓN DE RESIDUOS: EL ECODISEÑO Y LOS BIOPLÁSTICOS
Entonces, ¿cuál es la clave de dicha innovación en la 4ª etapa del proceso de gestión de residuos? La clave está en el hecho de que trasciende al proceso de gestión de residuos y su aplicación se inicia antes de que los productos se conviertan en residuos. Europa, por ejemplo, quiere impulsar el ecodiseño para que estos productos, especialmente los envases, sean más duraderos, fiables, reutilizables, actualizables, reparables, más fáciles de mantener, reacondicionar y reciclar, además de ser más eficientes en términos de energía y recursos. El objetivo final es mejorar significativamente la circularidad de los productos, su rendimiento energético y otros aspectos de sostenibilidad ambiental.
Este diseño ecológico se complementa con la utilización de nuevos materiales como los bioplásticos, generados a partir de materiales biológicos en lugar de petróleo. Es el caso de los ácidos polilácticos (PLA), que se extraen del maíz o la caña de azúcar y se emplean en alimentación, o de los polihidroxialcanoatos (PHA), producidos a partir de microorganismos y que se suelen emplear en el sector médico y farmacéutico. Estos bioplásticos pueden ser biobasados pero no degradables (PE), no biológicos pero compostables (PBAT), o biobasados y biodegradables (PLA).
EL FUTURO EN LA GESTIÓN DE RESIDUOS: LAS TECNOLOGÍAS EMERGENTES
Una vez que el producto se convierte en residuo, nos situamos en la primera fase de su gestión, la recogida, que también mira hacia un futuro más allá de la digitalización. Aquí la clave es que el proceso se hace pensando en la minimización del porcentaje de residuos que no pueden reciclarse y acaban en un vertedero o incinerados. En este sentido, algunos países, como Noruega, han puesto en marcha programas piloto que abandonan la recogida selectiva y apuestan por la recogida mixta de residuos y su posterior clasificación. Con esta iniciativa se ha aumentado notablemente el porcentaje de material reciclado que se vuelve a poner en valor de la manera más óptima y sostenible.
Si hablamos de geografía, Europa lidera la innovación en la creación de materias primas secundarias a partir del reciclaje avanzado. Según un estudio de la Oficina Europea de Patentes (EPO), el 30% de las patentes mundiales en este ámbito proceden de países europeos, como Alemania, que lidera esta especialidad. Este reciclaje es imprescindible, por ejemplo, para clasificar los residuos plásticos mixtos, como los plásticos compuestos y multicapa. En esta línea, el afán por crear nuevos materiales a partir de residuos está acelerando en Europa la aparición de tecnologías emergentes, como el llamado reciclaje avanzado, que puede resultar útil como salida para los residuos que no pueden procesarse mecánicamente y que, por el momento, se lleva a cabo principalmente con tecnologías químicas.
EL FUTURO EN LA GESTIÓN DE RESIDUOS: UNA CLASIFICACIÓN EFICAZ ES FUNDAMENTAL
Siguiendo con el punto anterior, sin embargo, aunque es cierto que el trabajo de innovación que se está llevando a cabo promete grandes éxitos en un futuro, el reciclaje mecánico sigue siendo actualmente el medio más rentable para recuperar y revalorizar residuos.
Hemos visto que este nuevo paradigma de la recogida de residuos también afecta a las plantas de clasificación, y eso significa que tendrán que aumentar tanto en número, para poder tratar el enorme volumen de residuos, como en tecnificación, para optimizar al máximo el reciclaje y la obtención de nuevos materiales.
El reciclaje eficaz se fundamenta en una clasificación eficaz y eficiente que recupere materiales valiosos, minimice la cantidad de material enviado a los vertederos y permita revalorizar los residuos. Para ello, el futuro pasa por la innovación continua en tecnologías de separación y clasificación como los separadores magnéticos y de inducción, sistemas de cribado, sensores, robots, separadores ópticos o la espectroscopia por láser (LIBS), técnica utilizada en la detección de metales.
Por el momento, la innovación más puntera pasa por el desarrollo de tecnologías de separación de materiales como las que implementamos en PICVISA, donde, no solo trabajamos en el ámbito de la innovación, sino también de la personalización, creando soluciones ad hoc. Esto es innovación on-demand.
Es por eso que en PICVISA esta innovación continua se explicita en nuestro TEST CENTER, una planta de pruebas inaugurada en 2020 y ubicada en Calaf (Barcelona) donde cualquier cliente puede realizar pruebas con sus propios materiales. Se trata de un laboratorio de ensayos a escala industrial, de 800 metros cuadrados, especializado en pruebas de producto para el reciclaje y la gestión de residuos urbanos e industriales. Esta instalación está completamente automatizada y tiene instalada una unidad del robot ECOPICK, basado en inteligencia artificial y dos unidades ECOPACK y ECOGLASS, que cuentan con tecnología punta en visión artificial, sensórica, maquinaria de tratamiento mecánico y separadores ópticos y magnéticos. Además, el TEST CENTER se complementa con nuestra unidad BRAIN, un servicio de análisis de tu proceso, tu producto, tu flujo y tus objetivos para elaborar un estudio a medida. Así es como trabajamos en el desarrollo de tecnologías personalizadas bajo demanda.
DEL RESIDUO AL RECURSO
La innovación en las diferentes etapas de la gestión de residuos también incide en la última de ellas, el tratamiento. En este sentido, los avances tecnológicos para evitar los depósitos controlados se enfocan principalmente en el uso de residuos para desarrollar materiales de alto valor añadido y más sostenibles, lo que se conoce como upcycling. Además de plásticos más respetuosos con el medio ambiente, las nuevas técnicas de tratamiento, como los procesos catalíticos, permitirán que estos residuos sean materias primas viables para generar hidrógeno limpio o combustibles de alta calidad.
Siguiendo esta línea, existen iniciativas donde la innovación tecnológica para evitar que los residuos acaben en los vertederos se enfoca directamente en la producción de energía, como sucede en Suecia, país que en el 2021 abarató la factura eléctrica de 250.000 hogares gracias a la incineración, con bajas emisiones, de residuos para producir energía. Además, cabe destacar que este ahorro es un valioso incentivo económico para mantener el compromiso de la ciudadanía con el reciclaje, lo cual ha hecho de este proyecto un modelo a seguir que ya han empezado a imitar Dinamarca y Finlandia.
En definitiva, como hemos visto a lo largo de este post, el sector del reciclaje se encuentra en un momento de profunda transformación hacia una mayor circularidad: ecodiseño, bioplásticos, tecnologías emergentes, reciclaje avanzado, upcycling, generación de combustibles… serán las palabras que dibujen el futuro de la gestión de residuos, algunos de los pilares sobre los que se construirá la 4ª etapa del proceso.
Por ahora, la innovación tecnológica se está centrando en la mejora de las instalaciones y los procesos industriales y en potenciar el uso de datos y la trazabilidad de los residuos. Todo con el objetivo de aumentar su recuperación y evitar que lleguen a vertederos e incineradoras. Solo queda añadir que un último punto, y es que el éxito de esta transformación también pasa, claro está, por un cambio de mentalidad, por dejar de pensar en residuos y hablar de recursos.