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GESTIÓN DE RESIDUOS TEXTILES: EL LIDERAZGO NORTEUROPEO
EUROPA PREPARADA PARA EL GRAN RETO DEL RECICLAJE TEXTIL
Según un documento de estrategia de la Comisión Europea sobre textiles sostenibles, cada segundo se tira en vertederos o se quema el equivalente a un camión de basura lleno de textiles. Si nada cambia, el consumo de ropa y calzado aumentará un 63% hasta el 2030 y para el 2050 la industria de la moda consumirá una cuarta parte del presupuesto mundial de carbono.
En marzo de 2022, la Unión Europea, uno de los mayores mercados textiles del mundo, con importaciones por valor de 80.000 millones de USD, publicó un documento de estrategia que propone requisitos vinculantes para la durabilidad, reciclabilidad y contenido de fibras recicladas, así como la prohibición de destruir los textiles no vendidos o devueltos. En ese documento se establece que para 2025 la totalidad de los estados miembros deberá recoger de forma separada el 100% de sus residuos textiles, unos 16 millones de toneladas anuales. Sobre la trascendencia de estas propuestas hemos hablado en nuestro último post del blog “Las claves de la gestión de residuos en 2023” y en otros anteriores como “Europa, hacia el pasaporte digital de circularidad de reciclaje textil” y “Innovación tecnológica en reciclaje para la industria textil”.
Estos temas han sido objeto de extensos debates, análisis y proyectos de innovación a lo largo del último semestre del pasado año. Ahora bien, ¿cuáles son los factores clave que tienen en cuenta los países que lideran esta transición? ¿Qué tendencias y oportunidades existen sobre el terreno de juego del reciclaje textil?
Estas cuestiones centran nuestra reflexión en el presente artículo. Sin embargo, no nos quedamos en la reflexión, puesto que las soluciones tecnológicas de reciclaje, como las que desarrollamos en PICVISA, son la columna vertebral de esta nueva era.
EL NORTE DE EUROPA COMO PUNTA DE LANZA EN LA GESTIÓN DE RESIDUOS
El norte de Europa (Suecia, Finlandia, Dinamarca, Holanda, Noruega) encabeza las listas de sostenibilidad en el sector textil debido a cuatro factores clave que se retroalimentan y tienen su base en las soluciones tecnológicas implementadas en la industria del reciclaje textil: las high-tech solutions, los nuevos materiales, el abandono del Sur Global como vertedero y el slow fashion.
SOLUCIONES HIGH -TECH PARA EL RECICLAJE TEXTIL
Es el pilar principal y en el que se fundamentan los otros tres. Alemania, por ejemplo, se enfrenta a un volumen de un millón de toneladas de residuos textiles mientras que su capacidad de clasificación tiene un tope 191 mil toneladas. La capacidad de clasificación en los Países Bajos es ligeramente superior a la cantidad de textiles recolectados, pero gran parte de esa capacidad se utiliza para tratar los textiles alemanes.
El margen para la mejora es evidente. La clave, o una de las claves, es la clasificación automatizada de residuos textiles. En PICVISA desarrollamos y utilizamos tecnologías de visión hiperespectral para maximizar la eficiencia en la clasificación automatizada de residuos textiles. Combinamos la visión artificial, que capta imágenes del mundo real, las procesa y las analiza, con la espectroscopia infrarroja (NIR), que permite identificar la composición de los productos textiles.
Esta tecnología, cuyo principal exponente en nuestro ECOSORT TEXTIL, permite gestionar unas 5000 toneladas anuales en la planta de clasificación de tejidos que hemos puesto en marcha en A Coruña junto a Coleo Recycling. El éxito de este modelo hace que en breve vaya a ser replicado en La Pineda, Barcelona, con una planta que procesará más de 10.000 toneladas anuales de residuo textil.
Para tener un orden de magnitud de los beneficios tangibles que la clasificación automática de residuos textiles puede proporcionar, la organización de sostenibilidad Fashion for Good (de la que este año PICVISA ya es alumni), en colaboración con la fundación Dutch Circle Economy, realizó en 2022 una investigación sobre el potencial comercial de la recolección, clasificación y reciclaje de textiles. El estudio llevado a cabo en seis países europeos (Bélgica, Alemania, los Países Bajos, Polonia, España y el Reino Unido) muestra que, solamente ciñéndonos a estos seis territorios, están disponibles para reciclar 494.000 toneladas de textiles posconsumo. Según Fashion for Good, convertir ese textil en nuevas fibras puede generar 74 millones de euros anuales.
NUEVOS MATERIALES PARA LA INDUSTRIA TEXTIL
A partir de hongos, manipulando el ADN de células de microorganismos o a través de bacterias con pigmentos naturales, se pueden obtener nuevos materiales más sostenibles para la industria textil. Proyectos actualmente en desarrollo en Noruega, Holanda, Alemania, Dinamarca, Finlandia o Suecia, están enfocados hacia este objetivo.
Aun así, no todos los materiales de base biológica son necesariamente beneficiosos para el medio ambiente. Un aumento en el cultivo y cosecha de grandes cantidades de cactus, corcho u otras plantas solo con el fin de hacer ropa provocaría un incremento muy significativo de la huella de carbono. Una alternativa viable es utilizar desechos o subproductos en lugar de emprender nuevos cultivos. Una vez más, la clasificación automatizada de textiles de PICVISA juega un papel clave en este proceso.
ABANDONO DEL SUR GLOBAL COMO VERTEDERO TEXTIL
El Norte Global encontró una puerta trasera para deshacerse de su problema de desechos textiles a través de la exportación de ropa usada a países del Sur Global (como Kenia y Tanzania), obligando a los países de esa región, que carecen de la infraestructura necesaria, a lidiar con las consecuencias de la moda rápida.
Los datos muestran que en 2019 Kenia importó 185.000 toneladas de ropa de segunda mano de la cual entre el 30 y el 40 % de no tiene valor de mercado por no haber sido recogida y clasificada de forma correcta.
Nuestro compromiso para revertir esta situación se fundamenta en la constante innovación tecnológica en el reciclaje textil y se materializa en nuestras soluciones plenamente operativas y disponibles a día de hoy.
En primer lugar, la clasificación automatizada de textiles de PICVISA permite catalogar de forma más precisa los residuos además de incorporar la trazabilidad de los mismos. Esto amplía su vida útil en el país de origen y permite que los productores puedan responsabilizarse del destino final del residuo textil que generan.
Y, en segundo lugar, el Big Data. Nuestra plataforma de datos DATA+, junto con nuestro analizador de flujo «plug and play» ECOFLOW, permiten tener un control total de la planta para optimizar los resultados al máximo, sea cual sea el fin posterior de los residuos. Un control que se puede llevar a cabo de forma remota en caso de que la planta esté situada en otro territorio.
SLOW FASHION
Para que el slow fashion camine hacia una realidad consolidada es preciso contar con compradores sostenibles (5 países del TOP 10 de los más sensibilizados con la slow fashion están en el norte de Europa, con Finlandia y Dinamarca a la cabeza) y con una producción sostenible.
En PICVISA trabajamos enfocados en la producción sostenible. En este terreno, las tecnologías subyacentes que pueden potenciar la perdurabilidad, la resistencia y la calidad de los materiales son tanto o más importantes que la tecnología de clasificación automatizada de textiles.
Recientemente PICVISA ha finalizado el proyecto TEXVISION junto a MODACC, FITEX y otras empresas del sector como ESTILMAR o TEX 51, desarrollando un prototipo capaz de detectar errores en el tejido con mucha más eficiencia que el ojo humano. Automatizar y mejorar los procesos de control de calidad también incide en el aprovechamiento de los recursos.
La tecnología es el eje sobre el que pivotan todos los movimientos disruptivos que se están desarrollando dentro del sector de reciclaje textil, y la clasificación automatizada de textiles es, a corto y medio plazo, una de las mejores bazas de la industria para cumplir con los ambiciosos objetivos de reducir la huella de carbono a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos.
En PICVISA nos consideramos, y nuestros proyectos reafirman que lo somos, un valioso aliado para los países y organizaciones que aspiran liderar la transición hacia el nuevo futuro sostenible de Europa.