#Novedades de la industria
La producción de residuos plásticos ya sobrepasa la capacidad de la humanidad para gestionarlos
La producción de residuos plásticos ya sobrepasa la capacidad de la humanidad para gestionarlos
La producción de residuos plásticos ya sobrepasa la capacidad de la humanidad para gestionarlos
¿Has escuchado hablar del Día de la Sobrecapacidad de la Tierra? Es una jornada en la que se alerta a la humanidad de un grave problema, el de haber consumido más recursos de los que el planeta puede ofrecer. Según los datos de la ONG que ha calculado ese día, la Global Footprint Network, el país que alcanzará antes su sobrecapacidad será Qatar, un Estado que dedicó el 11 de febrero de 2024 para alertar a su población. Por su parte, Kirguistán trasladará esa fecha al 30 de diciembre de 2024. En España se dio la voz de alarma el 20 de mayo de 2024, un día en que los medios de comunicación se hicieron eco de un dato aportado por la citada ONG muy claro: si toda la humanidad adoptara un estilo de vida similar al del español medio, necesitaría 2,5 planetas para sobrevivir.
En esa coyuntura, la producción y consumo de plásticos supone un problema muy grave para nuestro planeta. Tanto es así que un estudio de la consultora Ea Earth Action, publicado en abril durante las negociaciones del Tratado Mundial sobre los Plásticos, estableció que el 5 de septiembre sería el Día de la Sobrecapacidad de Plástico, una jornada en la que la humanidad habrá producido más residuos plásticos de los que puede gestionar. Cabe señalar que cada país tiene su propio Día de la Sobrecapacidad de Plástico, que está determinado por la cantidad de residuos plásticos producidos y la capacidad del país para gestionarlos. De hecho, hay una métrica utilizada para cuantificar la cantidad de residuos plásticos que no se gestionan correctamente y que, por lo tanto, terminan depositándose en la naturaleza de forma descontrolada. En España, donde según la citada consultora ese índice alcanza el 8,9%, esa fecha se pospone al 27 de noviembre.
A escala mundial y durante 2024, un asombroso 31,5% de los residuos elaborados con plástico se están reciclando mal al final de su vida útil. Y hay que tener en cuenta las consecuencias de que los países intercambien residuos plásticos entre sí. El gran inconveniente de estas prácticas es que la contaminación se crea cuando los residuos plásticos se exportan a países que tienen muy poca capacidad para su adecuada gestión. Y el mayor riesgo para cualquier ser vivo es que estos residuos plásticos acaben en los océanos. En definitiva, es preciso evitar que el uso de plásticos empeore esta situación.
¿Qué podemos hacer?
Reducir el consumo de productos empaquetados en plástico es esencial, y a ello puede colaborar toda la ciudadanía. Igualmente es importante que lo hagan las organizaciones que fabrican y/o utilizan materiales plásticos. Para ello, los expertos proponen diversas estrategias:
Fomentar el reciclaje y la reutilización. Para reducir la necesidad de producir nuevos plásticos, sería preciso mejorar los sistemas de gestión de residuos y aumentar las tasas de reciclaje.
Utilizar materiales alternativos. Usar materiales alternativos como vidrio, metal o bioplásticos puede reducir la dependencia del plástico. A la hora de hacer la compra en el supermercado o recoger comida para llevar, convendría llevar siempre nuestras propias bolsas. Podríamos reutilizar las de plástico que aún nos queden en casa, o llevar bolsas de tela, algodón o cartón. Es preferible optar por la compra de productos embalados en cartón o vidrio, en sustitución del plástico. Llevar nuestro propio termo o taza para el café, así como una botella de agua de acero inoxidable o cristal nos ahorrará el consumo de una gran cantidad de envases plásticos de un solo uso.
Comprar productos a granel. Y llevarlos a nuestro domicilio envasados en botes de cristal y bolsas reutilizables.
Diseñar productos sostenibles. Con una vida útil más larga, deberían ser también más fácilmente reciclables, lo que disminuiría la demanda de plásticos de un solo uso, y en lugar de estos, utilizar platos, vasos y cubiertos de fibra de bambú o plástico biodegradable; utensilios de silicona o de acero inoxidable; tuppers y envases de vidrio; usar revestimientos fabricados con tela o cera natural de abeja para envolver alimentos; utilizar pajitas para beber fabricadas con papel, bambú, acero inoxidable, e incluso materiales comestibles; Desodorante sólido.
Educar y concienciar. La población debería recibir información sobre los impactos ambientales del plástico y sobre como reducir su uso, pues ello contribuiría a cambiar los hábitos de consumo. Lo ideal sería comprar cepillos de dientes de bambú, pasta de dientes sólida, bastoncillos reutilizables, cuchillas para afeitar de acero inoxidable reutilizables, copas menstruales, compresas y pañales de tela, esponjas naturales de luffa o esparto, etc.
Desarrollar políticas públicas ad hoc. Resulta sumamente efectivo implementar leyes que limiten el uso de plásticos de un solo uso y fomenten la economía circular. En España, el Ministerio par la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tiene en marcha el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica; conocido como el PERTE de Economía Circular, busca acelerar la transición hacia un sistema productivo más eficiente y sostenible en el uso de materias primas. Este año, el ministerio ha iniciado su segundo plan de acción, con ayudas enfocadas a impulsar el desarrollo del ecodiseño en los sectores de textil y plásticos, a fin de conseguir envases más beneficiosos para el medio ambiente y menos contaminantes.
La producción de residuos plásticos ya sobrepasa la capacidad de la humanidad para gestionarlos
En consecuencia con lo expuesto, es primordial recolectar y procesar correctamente todos los tipos de plástico. De esta forma será posible evitar que acaben arrojados a la naturaleza. Líder en clasificación y reciclaje, PICVISA cuenta con las mejores soluciones para la clasificación y detección de todo tipo de plásticos. Entre ellas cabe destacar:
ECOPACK. Este separador óptico permite clasificar y separar automáticamente varias tipologías de materiales según su composición (NIR), su color (VIS) y su forma (deep learning). Además, gracias a la flexibilidad que ofrece su visión multiespectral, se puede configurar para realizar cambios rápidos en la clasificación de nuevos materiales que puedan aparecer en el flujo de entrada a tratar.
ECOFLAKE. Estos sistemas de clasificación óptica facilitan la separación de diferentes tipos de escamas de material, con una precisión y eficiencia extraordinarias. Utilizan cámaras CMOS RGB de alta definición combinadas con tecnología NIR.
Ambas propuestas ponen en evidencia que la tecnificación del reciclaje de plásticos y otros materiales es una necesidad imperiosa. Y no sólo porque contribuya a cumplir con el marco regulatorio, sino porque es urgente impedir que los restos de plástico entren en los ríos y mares desde el principio. Sólo así evitaremos que los océanos dejen de ser el sumidero último de la Tierra.