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Tendencias e innovaciones en tecnologías de reciclaje, en especial el de baterías de litio
Tendencias e innovaciones en tecnologías de reciclaje, en especial el de baterías de litio
Tendencias e innovaciones en tecnologías de reciclaje, en especial el de baterías de litio
Dar una segunda vida a los residuos es un gran reto para la industria. De ahí que sea clave invertir en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías de reciclaje mecánico, químico y enzimático. Repasamos aquí las tecnologías más innovadoras en reciclaje de baterías de litio, metales, textiles, plásticos, etc.
Reciclar baterías
Las baterías de litio forman parte de nuestra vida cotidiana. Cada día convivimos con ellas sin apenas darnos cuenta. Auriculares inalámbricos, teléfonos móviles, relojes inteligentes, juguetes, ordenadores, drones, paneles solares, patinetes, bicicletas y cualquier vehículo eléctrico, no habrían sido posibles hace un par de décadas. Las baterías de litio tienen gran capacidad y eficiencia hasta que concluye su vida útil, momento en que reciclarlas conlleva cierta complejidad, pues es preciso separar los diferentes componentes y materiales que las conforman. El proceso incluye la extracción de metales que se pueden reutilizar en la fabricación de nuevas baterías y otros productos electrónicos.
Las baterías de litio se distinguen de otras por su alta densidad de carga. Es importante distinguir entre las baterías de litio primarias, que son desechables, y las baterías secundarias de iones de litio, que a menudo son recargables. El gran problema de estas baterías es que son reactivas, lo que supone que están fabricadas con materiales peligrosos para el medio ambiente y para nuestra salud, dado que contienen materiales tóxicos que pueden contaminar el suelo y las aguas subterráneas. Por esa razón no se deben tiran a la basura y hay que impedir que lleguen a los vertederos, donde cada año se acumulan millones de baterías de iones de litio, que además pueden llegar a provocar incendios.
Por consiguiente, es preciso llevar estos residuos peligrosos a un centro de reciclaje o a una tienda que las recolecte; no te sorprendas al descubrir que algunos comercios cobren por hacerse cargo de ellas. Recuerda que, por ser reactivas, las baterías generalmente producen gases de escape y es por eso que no se deben almacenar en recipientes herméticos. Elige uno que deje salir el aire. Hasta desecharlas, guarda tus baterías en un lugar fresco y seco, pues a temperaturas extremas pueden ser muy reactivas. Y no acumules juntas diferentes tipos de baterías; hacerlo puede provocar una reacción indeseada.
Hay tecnologías innovadoras para reciclar baterías de litio y así promover un futuro más sostenible. Estas son algunas de las más destacadas:
– Reciclaje químico. Facilita la descomposición de sus componentes químicos básicos, permitiendo la recuperación de materiales como litio, cobalto, níquel y aluminio. La pirólisis y el proceso de calentamiento rápido por efecto Joule son ejemplos de técnicas avanzadas que mejoran la eficiencia y reducen el impacto ambiental.
– Reciclaje mecánico. Los métodos tradicionales incluyen la trituración para separar los componentes de las baterías. Estos procesos son eficaces para recuperar metales valiosos, aunque pueden ser intensivos en términos de energía y costos.
– Procesos de separación avanzada. Existen tecnologías que utilizan sensores y algoritmos de inteligencia artificial para identificar y clasificar diferentes materiales dentro de las baterías, mejorando la precisión y eficiencia del reciclaje.
– Enzimas y bacterias devoradoras de plástico. Se están llevando a cabo investigaciones para desarrollar innovadores métodos bioquímicos que permitan descomponer los componentes específicos de las baterías de litio, como el plástico, ofreciendo una solución biológica para su reciclaje.
Reutilizar metales
Con metales reciclados se pueden fabricar automóviles, electrodomésticos, envases… De cara a reducir nuestra huella ambiental, el reciclaje de metales es un campo en permanente evolución. Incluso se habla de minería urbana, referida a la sana intención de la ciudadanía de recuperar los metales que contienen los productos al final de su vida útil.
En el ámbito industrial cabe destacar el desarrollo de tecnologías de clasificación y separación avanzadas, que utilizan la inteligencia artificial y la visión por computadora para identificar y separar diferentes tipos de metales con una precisión sin precedentes. Igualmente existen soluciones tecnológicas que incluyen sensores y utilizan la espectrometría, capaces de analizar la composición química de los materiales, facilitando la separación de metales valiosos.
Entre los procesos punteros en reciclaje de metales cabe destacar por su eficiencia la biolixiviación —que consiste en usar microorganismos para extraer metales de minerales y residuos– y la hidrometalurgia, cuyas técnicas emplean soluciones acuosas para disolver y recuperar metales, ofreciendo una mayor selectividad y menor impacto ambiental. Cabe destacar que la combinación de metales reciclados con otros elementos permite crear aleaciones personalizadas, cuyas propiedades específicas se pueden adaptar a las necesidades de diferentes industrias.
Larga vida a los materiales textiles
En cuestión de reciclaje textil, ya vimos en este blog las últimas tendencias. Recordemos que el procesamiento mecánico facilita la descomposición de la tela textil, al tiempo que se conservan las fibras, fibras que tras ser trituradas se pueden hilar para crear nuevas telas. Por otra parte, el procesamiento químico produce fibras de alta calidad similares a la fibra original utilizada. De esta forma, no se necesitan nuevas fibras para soportar el producto resultante del proceso químico. Se utilizan diferentes productos químicos y procesos para otros materiales, como el nailon y las fibras a base de celulosa, pero la estructura general del proceso es la misma.
Ya vimos aquí cómo gracias a un sistema de doble cinta transportadora capaz de manejar hasta dos toneladas de ropa por hora, la tecnología de PICVISA permite clasificar prendas en más de 70 categorías diferentes. Mejorar la eficacia y la precisión en la clasificación de prendas de vestir, no sólo en función del material con el que están fabricadas sino también teniendo en cuenta su tonalidad, su color y forma, fue nuestro reto. Estamos satisfechos con los resultados obtenidos.
Un mundo de plástico
Un dato: sólo el 9% de los plásticos se reciclan, de ahí la prioridad de recolectarlos y procesarlos correctamente, para lo que conviene seguir innovando a fin de desarrollar tecnologías como las de PICVISA, que cuenta con las mejores soluciones para la clasificación y detección de todo tipo de plásticos. Entre ellas cabe destacar el separador óptico ECOPACK y los sistemas de clasificación óptica ECOFLAKE.
Por todo lo expuesto, convendría diseñar y fabricar productos pensando en su reciclaje y reutilización. Esto incluye el uso de materiales reciclables y la simplificación de cara a facilitar su desmantelamiento. Queda claro que para lograr un más óptimo aprovechamiento de los materiales que componen nuestros desechos, la industria del reciclaje no ceja en su empeño de superar las limitaciones actuales de los procesos que lo llevan a feliz término. En el caso de PICVISA, tenemos el propósito de progresar hacia un modelo de economía circular con el que estamos fuertemente comprometidos.